Si ya se iba a hacer larga de por sí, la temporada se le va a hacer eterna al Valencia CF. Desaparecido el problema, que era Celades a juzgar por el vacío de Rodrigo, tampoco el equipo demuestra estar a la altura para competir por una de las plazas europeas. Lo de Mestalla no es lo de Eibar ni lo de La Cerámica, esta vez el equipo sí quería hacer cosas y ganar, otra cosa es poder.

Ya hemos visto muchos partidos después de este regreso de la competición y queda claro que el Valencia es ahora mismo uno de los peores equipos, lo que quiere decir que es de los que peor han preparado este final de LaLiga durante el confinamiento y la mini pretemporada que hubo después. Esto, no hace falta decirlo, es muy grave, porque lo que había en juego es mucho, la Liga de Campeones.

Es un dinero que el club no va a tener para planificar la próxima temporada y ya sabemos lo que eso significa. ¿Opciones de Europa? Las hay, aunque para eso habrá que pensar en ganar algún partido. En cualquier caso eso es cosa de Voro y de los jugadores, paralelamente el club ha de ponerse en marcha. Pensar en la próxima temporada es lo que el propietario -ya sabemos que es Meriton Holdings- tiene que hacer hoy mismo. Es cierto que todavía quedan cinco jornadas, pero si miramos el calendario la realidad es que estamos ya en julio, de momento sin entrenador y sin director deportivo, si es que lo va a haber.