Opinión

Presión a todo campo

Cada vez se hace más imposible pensar en algo bueno si se mantiene todo lo malo, que es demasiado

PROTESTA DE LA AFICION DEL VALENCIA A LAS PUERTAS DE MESTALLA DURANTE EL ÚLTIMO PARTIDO DE LIGA FRENTE AL CELTA

PROTESTA DE LA AFICION DEL VALENCIA A LAS PUERTAS DE MESTALLA DURANTE EL ÚLTIMO PARTIDO DE LIGA FRENTE AL CELTA / EDUARDO RIPOLL

Falta que Lim le ponga fecha a su necesario adiós. Pero que el tiempo de Meriton en el Valencia CF ha acabado es algo que no cambiará ni con el despido de Murthy ni con un golpe de timón. Con las cartas de los audios sobre la mesa más la histórica manifestación con la que Mestalla se quedó desierto, el actual es momento de presionar a todo campo. Cualquier esfuerzo es poco a la hora de recuperar el club para los valencianistas. Y para eso, además de dinero, lo que hace falta es una voluntad firme e inquebrantable empezando por las instituciones, continuando por las plataformas opositoras y acabando de manera irremediable por LaLiga. El papel de Tebas, del mismo modo que lo fue para su llegada, debe ser clave también para la salida del máximo accionista, en especial si se tiene en cuenta que al mandamás de la patronal le interesa poco que la competición se devalúe con otro histórico que pueda irse a pique. Hay que exigir decisiones y que estas sean, además, lo más inteligentes que se pueda. Hay que evitar un enquistamiento en los tribunales, pero sin miedo. Y hay que apostar en el tema del estadio por la vía más efectiva, incluso aunque sea la más peliaguda. Cada vez se hace más difícil pensar en algo bueno si se mantiene todo lo malo. Son días, a la espera de movimientos, de poner velocidad de crucero: salidas, entradas, renovaciones. Y atención a la campaña de abonos porque ahí puede estar la siguiente tragedia. Todavía peor que la de que el Mundial peligre para Gayà, otra más made in Meriton. Habrá quien esté contento.

Proyecto de ascenso

A la espera de que Quico se someta al referéndum de la Fundación, que Miñambres tome este martes la palabra significa no que tengan que pasar cosas sino que empiece a trascender parte del trabajo y del análisis que se ha hecho en la sombra los últimos meses. Turno del director deportivo, parte responsable de que el milagro no se volviera imposible antes. Alguien, sin embargo, a quien es a partir de ahora cuando hay que medir por las decisiones de obligado cumplimiento por anunciar, del banquillo a la plantilla. 

Suscríbete para seguir leyendo