DesATEnciones de Lim

Después de tantos años, el valencianismo desconfía de Meriton y se sabe que los únicos que dan la cara por el escudo son los jugadores y el entrenador

Momento de la reunión del Valencia con el Ayuntamiento

Momento de la reunión del Valencia con el Ayuntamiento

Joan Carles Martí

Joan Carles Martí

Pasan jugadores, entrenadores y presidentes, pero el pueblo de Mestalla siempre está presente. Esta semana han llegado por correo (ordinario) los pases de la próxima temporada junto con una carta del club. El relato y la literatura siguen lejos del buen marketing de Meriton, sin embargo, los grupos de wasap han ido llenos de intercambio de esperanza. Será difícil desilusionar a una afición como la valencianista, pese a la pésima gestión de Lim. Una grada que se ha blindado hasta de los peores predicadores incrustados en las oficinas del club y también de los apocalípticos digitales.

Aunque es imposible hacer borrón y cuenta nueva de los despropósitos en los que persiste la propiedad del Valencia, hay una inquietante espera para ver como funciona el equipo de Gattuso. De saber las prestaciones de los fichados Castillejo y Lino, así como una atención especial al mercado sobre futbolistas contrastados como Arthur Melo. Con el marcador descontando el arranque de la temporada, de momento siguen entrenando en Paterna Gayà, Soler y Guedes.

Puede pasar de todo en unos días, pero insisto, la respuesta a la renovación de abonos y el alta de nuevos socios indica un compromiso admirable con el club. Ese es el auténtico valor del valencianismo, que como no tiene precio, ni se compra ni se vende. Lo digo porque parece mentira que todavía no se hayan dado cuentas las instituciones. Las de ahora y las de antes.

El cambio de accionista mayoritario en 2004 fue por el interés del ayuntamiento de entonces por construir un estadio que albergará un Mundial de Atletismo y una final de Champions. Ahora las prisas para terminar el esqueleto de Corts Valencianes es que esté listo para optar a ser uno de las sedes del Mundial de 2030. En ambos casos, lo siento, oportunismo cortoplacista de unos y otros. Cuando el interés prioritario debe ser asegurar la continuidad de una entidad donde se reconocen cientos de miles de valencianos y que es nuestra máxima embajadora colectiva.

Declarada nula la ATE, miedo me da el invento para el nuevo marco jurídico de relación entre las distintas administraciones y el Valencia CF para que el club pueda beneficiarse de los aprovechamientos urbanísticos una vez cumpla con los requisitos firmados en la construcción del Nou Mestalla. Entre otras cosas porque conozco la capacidad negociadora de Layhoon, tan inteligente y persuasiva que ya le ganó la partida a Amadeo Salvo y Aurelio Martínez en las condiciones del proceso de venta.

Después de tantos años, el valencianismo desconfía de Meriton y también de los que desde las instituciones dicen defender, no se sabe qué por una buena fotografía de campaña electoral, porque se sabe que los únicos que dan la cara por el escudo son los jugadores y el entrenador cada semana. Así que lo importante, como siempre, reside en armar un equipo competitivo.

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