Opinión

Lato espera la pelota

El canterano debe renovar y no de cualquier manera. Pero para eso hace falta una oferta que aún no llega

Lato espera la pelota

Lato espera la pelota / F. Calabuig

Además de cargada de partidos, la semana viene con la noticia estrella del blindaje de Gayà, seguramente oficial una vez pase la visita al Pizjuán. Sin embargo, con luz verde desde la reunión que SUPER contó en exclusiva la semana pasada, hay vida más allá de la renovación del capitán. En especial, y sin olvidar a Diakhaby, la de un Lato por el que Gattuso se mojó y mucho en la cumbre de Singapur. Un jugador de la casa cada vez más importante que no debe seguir de cualquier manera. Y alguien que ya sabe lo que es llevar el brazalete, lo que son los códigos y que Mestalla lo ovacione. También un comodín perfecto tanto para el lateral como para el resto de demarcaciones por las que está desfilando. Valencianismo en estado puro, de los que dotan de identidad a la plantilla. Además, como dijo Rino, del «yerno ideal». Un cóctel con el que se ha puesto bajo muchos focos. Sin embargo, a pesar de que el técnico pasó el 6 de octubre la pelota al tejado del futbolista y sus agentes, sigue sin haber novedad al respecto. Después de un verano duro en el que por fin ha dejado atrás su calvario de lesiones, a estas alturas el canterano sigue a la espera de una oferta. Ahora que se encuentra en su mejor momento sería un sinsentido (y un peligro) no hacer lo que toca. Y como toca.

Calleja con salida

Pleno en dos partidos tras el despido de Nafti. Y Calleja confirmado como el esperado relevo de un Miñambres que a nivel de resultados se va impoluto. Balón de oxígeno importante que ahora hay que refrendar con la llegada de un entrenador de consenso y corte ‘Villarreal’ que en principio cumple mucho mejor con el perfil que necesita la plantilla. Queda tiempo y no hay mejor bálsamo que las victorias. Pero más allá de la sonrisa por los seis puntos de seis, los pies no hay que despegarlos del suelo. Y sobre todo tener presente por qué se ha vuelto a tropezar en la misma piedra un año después y una categoría más abajo. Hay salida para la crisis en la que los granotas empezaban a sumirse si el nuevo entrenador da con la tecla. Pero lo que no hay son más balas. El camino hacia el ascenso tiene que ser a partir de ahora lo más recto posible para todos.

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