Lo que diga Mr. Lim

Corona y Solís han viajado con los deberes hechos, por si acaso, pero sin saber qué van a encontrarse

Corona en sala de prensa

Corona en sala de prensa / F. CALABUIG

Rafa Marín

Rafa Marín

Lim entiende la gestión del Valencia CF a través de la soberbia y las relaciones de vasallaje. Por eso hay que ir para todo a Singapur siempre. Ocurría hasta con Mateu en la época en la que por recomendación de Tebas delegó en profesionales del fútbol. Sin Layhoon, y después de que en la última cumbre engañase a Gattuso con los fichajes, esta vez el turno ha sido para Corona y Solís. El director técnico y el portavoz han viajado con los deberes hechos. Pero sin saber a ciencia cierta qué van a encontrarse cuando propongan a Vicente Moreno y Baraja. Levantará o bajará el pulgar sin que le suenen los nombres. Puede ser eso o que proponga al entrenador de turno de Mendes. O que le dé por dejar a Voro... Así de caprichoso es Lim. Y así le va al club, en puestos de descenso y abierto en canal. Después de haberlo dejado sin entrenador, no ha tenido prisa en poner uno. A veces cuesta creer que pueda hacerlo todo tan mal sin ser a propósito. Ante la imposibilidad de entrar en su cabeza, la decisión es como lanzar una moneda al aire. Aunque Moreno encaja más en lo que se necesita, Baraja lo hace mejor, entre otras cosas porque además de ser un pararrayos aceptaría firmar solamente hasta junio. 

Movilizaciones

Hace falta mucho más que una manifestación y que Mestalla se quede semivacío para desalojar a Lim. Lo sabe bien Libertad, que por eso ha convocado más protestas, la siguiente para el 25-F. Sin embargo, igual que pasó con el minuto 19, se sabe también que la temperatura irá bajando. Y que será necesario ingeniarse nuevas movilizaciones y emplazamientos para presionar donde toca. Es el siguiente paso de la respuesta social, en la que apenas hay fisuras después de que las peñas se hayan revuelto y retratado a Sagreras por su acercamiento a la presidenta. El frente contra Meriton empieza a llegar incluso a Tribuna, cuya nueva morfología no evitó que el sábado muchos socios se girasen al palco. Habrá que ver, pero no está el ambiente para que ningún político se siente a negociar el convenio. Ni tampoco es en estos momentos lo más urgente pensar en el nuevo estadio. Hay que continuar en Primera.

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