El vaso medio lleno o el vaso medio vacío

Edinson Cavani, celebrando un gol en un entrenamiento en Paterna

Edinson Cavani, celebrando un gol en un entrenamiento en Paterna / JM López

Pablo Leiva

Pablo Leiva

El Valencia salió del descenso, empató tras una buena segunda parte y dejó claro que los jugadores sí se dejan la piel, que el problema es otro y es de calidad. Por un lado es positivo y por otro demuestra que la plantilla tiene tantos problemas como necesidades.

Tranquiliza ver que el bloque se deja la piel, que corren y lo intentan sea cual sea el contexto. Se nota hasta esa impotencia de ver que se generan ocasiones pero que el gol no llega. Sí de penalti, pero cuesta un mundo. Ese carácter debe dar calma a un Baraja que ha conectado a la grada y a la plantilla. Por otra parte, sí preocupa que los jugadores necesiten de tantas ocasiones para marcar. O en el caso de un futbolista con la ficha de Cavani, que ni tan siquiera disfrute de esas ocasiones.

Escribo esto con ganas de ver que llega el duelo contra el Almería y el uruguayo me cierra el ‘pico’, pero no es normal que a estas alturas apenas lleve 5 goles y su nivel en algunos partidos sea tan bajo como ante el Rayo. 

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