No hay mala gestión que quite poder a Mestalla

Ese poder de atracción debería surtir pronto efecto en Rafa Mir. O mejor dicho en el Sevilla y en Víctor Orta

Mestalla

Mestalla / Francisco Calabuig

Rafa Jarque

Rafa Jarque

Pepelu quiso venir, Sergi Canós hubiera esperado eternamente por vestir con la camiseta del Valencia. Rafa Mir quiere venir. Y también Amallah. Kluivert no quería irse, tampoco Racic ni Cömert. Ese es el poder que sigue teniendo Mestalla. Independientemente del declive deportivo que sigue sufriendo el club. 

El Valencia es muy grande, y esa grandeza le permite partir con ventaja en el mercado respecto a los que ahora son sus rivales directos. Que son muy distintos a los de hace unos años por culpa de una mala gestión que lleva sacudiendo al club desde hace ya demasiados años. Ese poder de atracción debería surtir pronto efecto en Rafa Mir. O mejor dicho en el Sevilla y en Víctor Orta.

El delantero ya está convencido de volver, pero el cuadro hispalense se está poniendo demasiado duro. Quizá porque es difícil hacerse a la idea de que un reciente campeón de Europa League quiere venir al actual Valencia. 

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