Entrenar al Valencia tiene mucho ‘Mériton’

Baraja, imagen de archivo

Baraja, imagen de archivo / Francisco Calabuig

Rafa Jarque

Rafa Jarque

Corrían tiempos en los que entrenar al Valencia significaba consensuar la planificación de la plantilla con la secretaría técnica y, posteriormente, sacarle el mejor partido para entrar en Europa e incluso pelear ciertos títulos. Tiempos ya muy lejanos. La realidad ahora es bien distinta y entrenar al Valencia tiene el doble de mérito. 

Ahora es Baraja, pero antes han sido muchos otros. Trabajar con Meriton es frustrante a la par que desesperante. Ver cómo la plantilla se debilita conforme avanzan los días de mercado no es fácil de llevar. Tampoco debe serlo descubrir que el trabajo de ‘scouting’ de la supuesta dirección deportiva deja mucho que desear.

Y tampoco es plato de buen gusto vivir con la angustia de dejarlo todo para el final y no tener planes B, C e incluso D. Es como empezar a estudiar la noche de antes un examen. Y no un examen cualquiera. Porque la temporada para el Valencia puede ser a vida o muerte. Descenso o salvación.

Suscríbete para seguir leyendo