CONTRAVOLANTES

Carlos Sainz y el cambio de filosofía en Ferrari

Sainz y Verstappen charlan en el podio

Sainz y Verstappen charlan en el podio / Daniel Dal Zennaro/EFE

Monza abría una ventana de oportunidad para Ferrari. Empujados por el ánimo de sus tiffosi, por unos motores nuevos y sin la exigencia de una refinada aerodinámica, los coches rojos disfrutaron de una elevada velocidad punta que les devolvió un cierto grado de competitividad. Carlos Sainz supo aprovechar esa ventaja: en la crono, su actuación magistral le puso en primera posición y le metió en el zurrón la cuarta pole de su carrera. Eso nos hizo soñar con la posibilidad de victoria del español a los mandos del Ferrari, pero la inquebrantable fuerza del tándem Verstappen-Red Bull nos devolvió a la realidad. Ya son quince victorias seguidas para el equipo y diez para el piloto. El monoplaza azul es impecable: cuando la aerodinámica no le favorece, la mecánica ayuda a cuidar sus neumáticos. Y fueron las gomas el talón de Aquiles que le impidió a Ferrari evitar el doblete de Red Bull.

Sainz fue el encargado en Ferrari de plantar cara a los coches diseñados por Newey: mantuvo su primera plaza en la salida y se lo puso difícil a Max y a Checo, pero acabó sucumbiendo ante los Red Bull. Fue entonces cuando Leclerc quiso sacar partido del desgaste de gomas del madrileño y arrebatarle el podio a Carlos. El habitual mensaje de radio de la Squadra Rossa para mantener posiciones no se produjo y se abría así la espita de una lucha fratricida a 10 vueltas del final. En Ferrari, donde el equipo es lo primero, esta decisión en contra de sus principios beneficiaba a Leclerc, pero esa arriesgada batalla la ganó Carlos que se hizo con el podio y con el título de piloto del día.

Sainz también ganó la pelea de la contención verbal. Una vez cruzada la meta, sin una mala palabra contra Ferrari, supo finamente dejar claro a su equipo que a él no siempre le han dejado luchar contra su compañero: “Es un placer competir contra Charles, cuando hemos podido hacerlo”. Nadie, ni Carlos Sainz senior, esperaba que el muro de Ferrari pagara al piloto que les había dado en Italia la pole y la oportunidad de pelear con los incontenibles Red Bull con el duro trago de tener que pelear con su compañero. Ferrari perdió en Monza dos cosas: la carrera y el poder pedir al español que conserve posición en la próxima batalla contra Leclerc.

Sainz contiene a Verstappen en Monza

Sainz contiene a Verstappen en Monza / Daniel Dal Zennaro/EFE