Los valores de Vinícius no se merecen premios

La labor social y humanitaria y el proyecto educativo del futbolista del Real Madrid en su país es encomiable, pero si hay un futbolista que precisamente no encarna los valores sociales del deporte ese es Vinícius

El polémico Vinicius recibe el premio Sócrates de 'France Football'

El polémico Vinicius recibe el premio Sócrates de 'France Football' / France Football

Andrés García

Andrés García

Vinícius se merece un premio o dos por la creación del Instituto Vinícius Junior en el municipio brasileño de Sao Gonçalo (Río de Janeiro) con el que se ofrece una educación de calidad a los niños para que salgan de las favelas. No hay que mezclar. La labor social y humanitaria y el proyecto educativo del futbolista del Real Madrid en su país es encomiable. Y bien se merece un Trofeo Sócrates 2023 de ‘France Football’. Pero que no nos hablen ni nos den lecciones de valores sociales. Ni de lucha contra el racismo. Porque si hay un futbolista que precisamente no encarna los valores sociales del deporte ese es Vinícius. A los organizadores de la gala del Balón de Oro que se acordaron de Mestalla para ensuciar un poco más su nombre, habría que recordarles que no se acordaron de proyectar sobre la pantalla las provocaciones, las risas y los vaciles del brasileño a los jugadores y a los aficionados del Girona, las bicicletas chulescas e innecesarias a los ‘pobres’ del Sporting de Braga o la falta de respeto al cuarto árbitro del Clásico a gritos de «No me toques, estás loco». La temporada solo ha hecho que empezar y el currículum de faltas de respeto y desconsideraciones de Vinícius a todos los estamentos del fútbol es muy larga. El brasileño, a diferencia de Mestalla, nunca tiene sanción. Al revés. Tiene licencia para todo. Hasta para permitir que se siga manchando injustamente el nombre del Valencia, de su afición y de su ciudad por todo el mundo. ¡Cuánto daño hace! 

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