El drama de los parones de selecciones

Ceferin en una imagen de archivo

Ceferin en una imagen de archivo / EFE

Pablo Leiva

Pablo Leiva

La FIFA y la UEFA tienen cero interés en mejorar el fútbol y si en España los dos organismos importantes (Liga y RFEF) dan vergüenza, las dos que mandan en el fútbol mundial están a la misma altura. Que en 2023 todavía no se hayan solucionado los problemas con los parones de selecciones que molestan y que hacen a los clubes perder a efectivos durante 10 días para preparar la siguiente jornada de competición liguera es una vergüenza sin límite alguno. Todo el mundo está a favor del fútbol de selecciones y a nadie se le ocurriría acabar con él pero el tema clasificaciones y demás historias para grandes citas podría cerrarse de una manera tan simple como hacer un mes de parón directamente y no tener que ir haciendo ‘breaks’ cada tres semanas. Más aún porque los entrenadores pierden a jugadores para trabajar con ellos de manera habitual. En cualquier caso, la realidad es que nadie tiene ningún interés en cambiar esa dinámica. Nadie quiere que el fútbol cambie para mejor sino seguir llenando el calendario de partidos y haciendo cada vez menos importante el semana a semana en los campeonatos nacionales. El fútbol está perdiendo su esencia y ya nadie se queda en casa para ver un Granada-Getafe, tampoco si me apuras para un Barcelona-Alavés o incluso un derbi como el Sevilla-Betis venido a menos. El fútbol dejó de ser fútbol hace mucho tiempo y más que los futbolistas, los grandes perjudicados están en el sofá de casa. 

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