Dos meses sin Almeida son muchos

André Almeida no empezó la temporada al nivel del año pasado. No arrancó fino. Le estaba costando mucho encajar en el 4-4-2 de Rubén Baraja. Aún así, era importante para el Pipo

André Almeida, con el Valencia

André Almeida, con el Valencia / SD

Andrés García

Andrés García

André Almeida no empezó la temporada al nivel del año pasado. No arrancó fino. Le estaba costando mucho encajar en el 4-4-2 de Rubén Baraja. Aún así, era importante para el Pipo. Muy importante diría yo. Porque es uno de los futbolistas con más talento y visión de la actual plantilla, porque aporta equilibrio al equipo y, algo todavía más importante, porque refuerza el centro del campo y permite que Javi Guerra pueda descolgarse con mayor facilidad en su faceta de llegador explotando una de las mejores armas ofensivas del equipo. Mañana se cumplirán dos meses de su último partido. Contra el Betis en el Villamarín el 1 de octubre. Es mucho tiempo. Dos meses sin Almeida son demasiados para este Valencia de mínimos. Lo peor de todo es que el portugués sigue sin entrenar con sus compañeros y, lo más preocupante, sigue sin fecha de vuelta. El Pipo y el jugador necesitan soluciones. Cada vez más urgentes. De los médicos de aquí o de los de fuera. La lesión del luso no empezó bien. Fue él mismo quien desveló que sufría una fractura en la vértebra en los micrófonos de DAZN. Ahora solo importa que acabe rápido y bien. Y cuanto antes mejor. De momento, van siete partidos desde la enfermería. El problema es que quedan algunos o muchos más. Su baja es un lujo que esta plantilla corta no puede permitirse. Exigencia para todos los estamentos del club. Ya lo dijo Baraja. A falta de inversión en los fichajes... Almeida. ¡Qué menos!

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