Rubén Baraja, del problema al problemón

Paulista, imagen de archivo

Paulista, imagen de archivo

Andrés García

Andrés García

El Pipo se evita el problema de la renovación de Paulista, ya no tendrá que enfrentarse a la propiedad, pero tiene un problema de fondo todavía más grande: Peter Lim ha demostrado una vez más que no tiene ambición por crecer. Todo lo contrario que el técnico lleva diciendo en sus últimas entrevistas. «Un buen proyecto pasa por no descapitalizar el equipo» afirmó hace dos semanas en ‘La Pizarra de Quintana’.

«El propietario tiene que tener la misma ambición de querer mejorar el equipo y querer ir creciendo cada temporada», dijo ayer en ‘Movistar Plus’ en plena ‘bomba Paulista’. El máximo accionista y el entrenador van por caminos distintos. Uno tiene la ambición de dar pasos adelante para que el Valencia vuelva a estar entre los mejores. El otro da pasos hacia atrás sin importarle debilitar al equipo. Ahorrarse la ficha de Paulista es más importante que luchar por los puestos europeos. Ha reforzado a Simeone y no a Baraja.

Es la triste realidad de un Valencia condenado a hacerse pequeño y a sufrir por orden de Singapur. Por muy bien que lo haga el Pipo y sus niños. Baraja saldrá adelante con lo que tiene, pero no es justo. Paulista no era un futbolista más.

Era el tercer capitán, el socio que estaba haciendo mejor a Mosquera y el veterano que protegía a los jóvenes. David Otorbi decía que Paulista era el jugador que más le estaba cuidando ahí dentro. Su experiencia y su carácter van a echarse en falta. ¡Peter Federico llega con 24 minutos en primera! Lim no sabe hacer plantillas. Solo sabe destrozarlas. 

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