Ni estadio, ni Mundial ni nada con Peter Lim

A poco que el Ayuntamiento ha adelantado líneas, Lim ha vuelto a quedarse en fuera de juego. Un premio por haber ido al ataque

El último proyecto para el Nou Mestalla

El último proyecto para el Nou Mestalla

Rafa Marín

Rafa Marín

Dice Badenas que «ahora las cosas van a cambiar de rumbo» y vaya que si lo están haciendo. El teniente de alcalde, cuyo papel ha sido protagonista, se refiere a cómo el Ayuntamiento ha tirado la línea para dejar a Meriton en fuera de juego. Ni estadio, ni aval ni nada de nada.

Por más que la Generalitat estire los plazos, Lim pasa de todo. Absolutamente de todo. Así que nada le ha importado ejecutar el chantaje del Mundial y que se esfume casi cualquier posibilidad de que Valencia pase de subsede a sede. El derrumbe de ese castillo de naipes es la primera consecuencia de la moción para auditar el coste real de las obras, una maniobra no exenta de adversidades internas, en especial dentro del equipo de gobierno. A sabiendas de que nunca lo iba a hacer, el efecto de arrinconar al máximo accionista obligándole a avalar la totalidad ha sido inmediato.

Apenas ha hecho falta un día para dejar tirados a sus socios (a prueba de escarmiento) en una aventura de colaboración público-privada con los días contados. Caretas fuera una vez más con un chantaje de manual. Y herida de muerte para un proyecto que puede que fuese importante, pero en ningún caso nuclear ni moneda de cambio para darle a Lim lo único que quiere y le preocupa. Excepto moratoria o rescate por parte de la FIFA, el Mundial pasará de largo con Meriton aprovechándose de las posibles penalizaciones como excusa. En realidad la ciudad ni siquiera es todavía sede y después de la friolera de 15 años continúa sin haber compromiso de terminar el estadio.

Así que ahora mismo de lo que se trata es de que el Ayuntamiento, blandiendo sus armas urbanísticas, consiga que las cosas caigan por su propio peso y que la venta sea la única escapatoria. A la espera de que no haya sorpasso, la sentencia del día 6 es lo último que le queda al máximo accionista para no perder la partida. Una partida en la que lo siguiente es empujarlo fuera del tablero. El tablero del Valencia.

Suscríbete para seguir leyendo