No meter al Granada en el partido es clave

Rubén Baraja durante el Valencia-Sevilla

Rubén Baraja durante el Valencia-Sevilla / JM López

Pablo Leiva

Pablo Leiva

El partido contra el Granada es de esos complicados desde lo mental. La presión de jugar contra un equipo que se cae, al que le cuesta ganar y que tiene la segunda división muy cerca puede generar nervios excesivos.

Una presión añadida en líneas generales a una plantilla que está mirando de reojo a Europa para tratar de aprovechar cualquier despiste de los implicados como Betis y Real Sociedad. El viaje al Nuevo Los Cármenes es más complicado de lo que parece precisamente por esa tensión que genera medirte a un rival inferior pero que en la ida generó más peligro del esperado y al que solo se pudo derrotar con un penalti más que dudoso.

En definitiva, el partido en Granada hay que llevarlo con calma. No salir desde el minuto uno a por un gol que puede llegar en el tramo final de igual manera. Porque al Granada no le vale el punto ni mucho menos y ya ha demostrado que es un equipo que se abre con facilidad y que encaja muchos goles. Eso sí, el equipo del Cacique Medina ya ha dejado grandes actuaciones en el pasado más cercano como la del partido contra el Barcelona, donde mereció ganar con muchísima facilidad.

Por tanto, Baraja tiene que trasladar al vestuario que es el Granada quien tiene todavía más presión por hacerse con los tres puntos. Si son capaces de generar ese miedo en el cuerpo al rival, el partido irá por el guión esperado. Si el Valencia entra en el juego, el equipo entrará en una zona de mucho peligro.

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