Llamas de dolor

No me lo creo Dani, yo por suerte ya no vivo ahí pero estoy conmocionado por la gente». Esto es lo que me decía un jugador de fútbol valenciano cuando le pregunté -puesto que residía en ese bloque de edificios- cómo estaba y si había visto lo sucedido con el incendio. También hablé con otro que vive justo en la avenida de al lado - a apenas dos minutos a pie- en uno de los pisos altos y estaba destrozado: «Estoy roto, es una locura, desde mi casa se veía y oía todo». Y qué decir de los vecinos con los que pude hablar mientras cubría la tragedia: «Es desolador, no nos hacemos a la idea». Todo eran palabras de dolor, rabia e impotencia. Es un drama sin paliativos.

Por ello no había lugar a jugar ninguno de los partidos de los equipos valencianos en La Liga EA Sports ni la Liga Hypermotion. Al final, el fútbol es la cosa más importante de las menos importantes y, sinceramente, no sé si alguien tiene el cuerpo-sea futbolista o aficionado- para un espectáculo deportivo cuando aún se estaban contabilizando el número de fallecidos y todos aquellos daños que aún son irreparables. 

Hubo gente que se contrarió cuando anularon los partidos de Valencia CF y Levante UD y, honestamente, no lo entiendo. Creo que el fútbol es un espectáculo, un entretenimiento y, por mucho que vivamos con pasión este deporte, no deja de ser eso, un mero deporte. Vale que hay gente que ha perdido dinero de manera directa o indirecta -lo sé de primera mano porque me ha pasado- pero ¿Qué es eso en comparación con la tragedia sufrida? Nada.

Por eso creo que se hizo bien por parte de los clubes valencianos en consonancia con la FFCV y la Liga lo de solicitar y aplazar todos y cada uno de los partidos. Han pasado varios días y sigue siendo duro pensar -sobre todo si vives cerca- todo lo sucedido en Maestro Rodrigo. Una zona en la que residen familias, gran cantidad de ellas valencianistas y granotas, así como también jugadores del primer equipo de ambas escuadras o de equipos de fútbol base. 

Valencia CF y Levante UD estuvieron en contacto con el Ayuntamiento de Valencia y Generalitat en todo momento para determinar qué necesidades y acciones se podían realizar. Se les trasladó paciencia y calma. De la misma forma que a otros clubes deportivos de la ciudad tanto de categoría regional se les comunicó que de momento había que esperar a ver el alcance total para ver en qué se podía ayudar. Es totalmente comprensible. Sé que hay mucha gente que pedía acciones inminentes pero en estas cosas hay que mantener la serenidad y acertar con las medidas y soluciones.

Un vecino de Campanar me contó que Vicente Rodríguez llamó personalmente a los abonados y afectados que el club tenía controlados por la zona para trasladarles apoyo y ofrecerles ayuda. Preguntando al club por esto, me dijo que era cierto, que había nacido del propio Vicente y que tenía todo el soporte del Valencia CF. Antes de que alguien raje, decir que el Valencia CF -igual que el Levante UD- por la LOPD solo tiene el contacto de los que aparecen en sus registros. Cosa que solventaron poco después donando material deportivo a todos aquellos vecinos que estaban alojados en el Valencia Palace. 

El Levante UD hizo lo propio comunicándose con familiares del abonado que perdió la vida así como afectados en la zona. Siendo Javi Ramos, su utillero, quien pidiera permiso para llevar y donar material deportivo del club granota la misma noche de la tragedia. 

Y qué decir de Valencia Basket y su máximo dirigente Juan Roig. Sobran las palabras viendo cómo se volcó y permaneció abierta la tienda de Mercadona de manera ininterrumpida para atender y donar alimentos así como productos de primera necesidad a los vecinos afectados y gente que participaba en la operativa de rescate y sofoco del fuego.

También gracias a bomberos, policía, UME, sanitarios y todos y aquellos voluntarios que hicieron lo que pudieron para evitar un desastre mayor. Así como a los valencianos que volvieron a dar un ejemplo de solidaridad por encima de todo.

Me gustaría también agradecer la labor a ese conserje que estuvo picando puerta a puerta a todos los vecinos que pudo para salvar la vida de todos ellos. Muchos dirán que es su trabajo, pero fue valiente como ninguno.

Por cierto, Julián te tenías que llamar. HÉROE con mayúsculas. Gracias, caballero.

Suscríbete para seguir leyendo