Opinión

Ya nada volverá a ser como antes

El éxito del triplete ha pasado de ser un espejo a convertirse en un cantar de gesta

Carboni en el partido de Leyendas del Triplete

Carboni en el partido de Leyendas del Triplete / JM López

El partido de leyendas me devolvió por momentos a ese mágico 2004 en el que se generan mis primeros recuerdos futbolísticos. Yo tenía seis años y como es natural no procesaba ni la magnitud de la hazaña ni veía los partidos con el ojo crítico de la madurez, pero el magnetismo de Mestalla me atrapó para siempre. El pasado viernes acudí con mi familia a homenajear a los héroes del ‘triplete’ y lo viví como si los 20 años que han pasado desde entonces hubiesen sido poco más que un suspiro. Santi Cañizares con su pelo ‘platino’ custodiando la portería, mi madre jaleando cada acción de Amedeo Carboni y el valencianismo coreando el nombre de ‘Españeta’. Todo seguía igual. El paso de los días, no obstante, me ha dejado una resaca emocional complicada de gestionar porque 20 años no tienen nada de suspiro, mis primeros ídolos están retirados y el paso del tiempo ha dejado más que patente la excepcionalidad de aquella proeza. Pero lo que peor llevo es pensar que si bien los años posteriores el club mantuvo la ambición y llevó el escudo del Valencia a los mejores estadios de Europa, a día de hoy no reconoce su propia grandeza. El éxito del ‘triplete’ ha pasado de ser un espejo para las siguientes generaciones a convertirse en un cantar de gesta muy alejado de los objetivos competitivos de la entidad. Por este camino, como dijo ‘El Canto del Loco’ precisamente meses antes de que el Valencia levantase la Liga en el Pizjuán, «Nada volverá a ser como antes».

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