Opinión

Imagina no confiar en el ‘baby Valencia’

Ahora quedan seis finales y, aunque el equipo ya no depende de sí mismo para ser séptimo, el camino debe ser el mismo: ir partido a partido

Mosquera y Bakambu, pujando por un balón

Mosquera y Bakambu, pujando por un balón / JM López

La derrota ante el Real Betis fue uno de esos golpes de los que duelen y mucho. Alrededor de Mestalla se había vuelto a generar ese aura de ser invencibles que, por lo menos a mí, me habían hecho pensar que el Valencia era incluso favorito a pesar de contar con una plantilla ampliamente menos preparada para cotas europeas que la verdiblanca. Esa diferencia de nivel, que a nadie se le olvide, es única y exclusivamente culpa de Peter Lim y de nadie más. Es el máximo accionista el que o bien ha pasado olímpicamente del asunto o bien no ha tenido ni idea de confeccionar una plantilla a la altura de lo que es el Valencia. Cualquiera de esas dos opciones es igual de lamentable siendo el máximo accionista de un club de fútbol. 

Ahora quedan seis finales y, aunque el equipo ya no depende de sí mismo para ser séptimo, el camino debe ser el mismo: ir partido a partido y siempre con el apoyo incondicional del valencianismo, que está llamado a compensar esa diferencia que existe con las plantillas del Betis, Real Sociedad, Villarreal... La plantilla lo merece. Baraja lo merece. Merecen seguir sintiendo que la afición confía en ellos para lograr lo que parecía imposible. Luego se conseguirá la proeza o no, pero igual que la afición necesita sentirse orgulla de sus ‘chicos’, el equipo necesita sentirse acompañado de su afición. No me imagino perder la esperanza ahora aunque todo sea más difícil.

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