Opinión | El análisis de Miguel Grau

Velocidad y resiliencia

En la noche lluviosa y fría que cerraba la jornada 33 en Barcelona, el Valencia CF perdió un partido que se puso cuesta arriba con la expulsión clara de su portero Giorgi Mamardashvili en el tiempo añadido de la primera mitad. Esta acción cambio el partido en su planteamiento y condicionó el juego de ataque visitante, que hasta entonces estaba siendo más que notable

Javi Guerra marchándose de Christensen en velocidad

Javi Guerra marchándose de Christensen en velocidad / LaLiga

El FC Barcelona comenzó el partido imponiendo su momento ofensivo, con acciones continuas de uno contra uno de Lamine Yamal, asistido por desmarques entre líneas de Fermín, lo que dificultaba las ayudas de los centrales y obligaba a Diego a bajar mucho su posición para ayudar a Jesús Vázquez. Pero la solidaridad defensiva llegaba a muchos lugares de forma exitosa, propiciando muchas pérdidas que daban lugar a transiciones ofensivas rápidas y peligrosas, con el único pero de la pérdida de marca en el área tras centro lateral, que facilita el gol de Fermín. En ataque el Valencia reaccionó y se mostró listo. Sabedor de que ganar duelos con Araujo en juego aéreo es muy difícil para cualquier jugador, se fijó la posición del mismo con Hugo Duro, y se aprovechó la velocidad a la espalda de la línea defensiva con Peter Federico, fruto de eso una ocasión muy clara y un penalti. Primera parte intensa y con intencionalidad del equipo visitante que se fue ganado 1-2.

Tras el descanso y con un jugador menos el Valencia mostró una estructura 1.4.4.1, con la intención clara de hacer un ejercicio de resiliencia durante muchos minutos y buscando la velocidad en transiciones de sus jugadores más rápidos. Y a punto estuvo de tener éxito, ya que tuvo acciones de velocidad a la espalda de la línea defensiva con Diego, y consiguió no ponerse por detrás en el marcador hasta el minuto 82. Una parte entera con uno menos es difícil contra cualquiera, más aún contra un Barcelona herido.

Un Valencia CF que no se rinde y que lo intentará hasta el final, y que, con compromiso, entrega y sin quejarse, sigue sembrando las dudas de si será capaz de verse a final de temporada en posiciones que habiliten competiciones europeas. Poco que reprochar, mucho que aprender y expectantes por lo que vendrá.  

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