Opinión

Por muy triste que sea, el final es el esperado

El Reale Arena fue el punto y final a la temporada y de dio cuenta de cuál es su realidad. Soñar con Europa estuvo bien

Foulquier puja con Kubo por una pelota

Foulquier puja con Kubo por una pelota / EFE

El Reale Arena fue el punto y final a la temporada y de dio cuenta de cuál es su realidad. Soñar con Europa estuvo bien. Muy bien de hecho viendo lo que se creía a principio de temporada. Pero la realidad es que este equipo no estaba para mucho más. Y podemos pasarnos unos días pensando en que se falló contra el Alavés y el Rayo en casa o que ha habido partidos en los que no se compitió como tocaba. Pero mi pregunta es, ¿y qué esperaban? Sinceramente a estas alturas pensar que el equipo no se ha metido en Europa por errores propios y no por los de Meriton es hacerle un flaco favor a Peter Lim, quien a estas alturas no estoy seguro si sabrá cómo ha quedado el Valencia en San Sebastián. El mejor ejemplo es ver cómo Kubo hacía de las suyas en cada acción mientras en el Valencia la confección de plantilla ha dejado un equipo en el que el virtuosismo del japonés es ciencia ficción. Y no es una crítica a los chavales, que hacen lo que pueden y que en algunos casos, y seguramente con más años en Primera, hasta pueden tener actuaciones como la del 14 ayer. Y mientras, la Real celebra su quinto año en Europa de manera consecutiva y hasta sabe a poco tener que luchar dos jornadas más para confirmar la Europa League. Mientras, en el Valencia el suma y sigue es tan triste que antes de que empiece la próxima campaña, la 24/25, se asume que también acabará sin Europa. Todo eso sin saber cómo será el mercado de fichajes. 

Suscríbete para seguir leyendo