Opinión | CONTRAVOLANTES

La difícil victoria de Max

Max Verstappen, ganador en Canadá

Max Verstappen, ganador en Canadá / AP

La lluvia en el Gilles Villenueve nos regaló una carrera en la que la victoria no parecía clara para nadie. Después de la aburrida procesión de Mónaco, la incertidumbre en Canadá con una pista que comenzó mojada, luego se secó, volvió a mojarse y se volvió a secar abría la posibilidad de que hasta tres pilotos de tres diferentes equipos se pudieran haber hecho con la victoria. Un caos en el que Russell y Norris pudieron ganar, pero en el Verstappen volvió a ser el mejor. A pesar de que el holandés sigue quejándose de su coche y que queda muy lejos el tiempo en el que podía conducir con el codo en la ventanilla dosificando la distancia con los rivales, Max volvió a reinar. Puede que estemos viendo al mejor Verstappen y solo hace falta repasar el rosario de malos resultados de su renovado compañero Pérez. En la cita de Canadá Max siguió siendo el que empuja en RedBull.  

Ferrari, que se suponía era el gran rival tras el éxito de Leclerc en Mónaco, naufragó. Falló en la crono y retiró los dos coches en una carrera en la que no dieron muestras de tener el pulso para ni siquiera pisar el podio. La socarrona sonrisa de Alonso y sus ácidas declaraciones aludiendo al sube y baja de los del cavallino ya lo anunciaba antes de la salida. El asturiano hizo todo lo que pudo con un Aston que sigue fuera de la lucha entre los primeros.

El fiasco de Ferrari vuelve a dejar a Sainz sin poder aprovechar en su última temporada en el equipo italiano lo que se suponía era ya un monoplaza ganador. La victoria de Carlos en Australia, que le abrió las puertas de muchos otros equipos, queda lejos y mientras tanto los asientos libres van ocupándose. Carlos no sustituirá a Pérez en Red Bull y Toto Wolf prefiere al joven Antonelli para el asiento de Hamilton en Mercedes. Así, al madrileño se le limitan las oportunidades. Williams le tienta, pero al aficionado español le horroriza la idea de ver a Carlos vestido de azul. Y tampoco ilusiona llegar a Sauber un año antes de que el equipo suizo se transforme en Audi. Habrá que esperar a ver si el Ferrari revive en la próxima cita en Montmeló y permite a Sainz reivindicarse.