Me llama un amigo sevillista para decir que hable un poco bien de su equipo, porque está que se sale y dice que van a golear sin contemplaciones al Valencia. Lo primero le pregunto qué entiende él por golear, porque ya habrán tomado nota del partido del Basilea y si algo nos enseñaron aquellos cuatro años es que con Unai en el banquillo nunca has de descartar la posibilidad de que te remonten, incluso ahora que lo ven todo desde ahí arriba de la montaña. Más dura será la caída. Con un poco de suerte igual renuevan a Emery de por vida cuando hace poco más de un mes lo iban a echar. En eso somos diferentes, aquí con más o menos razón en general no lo queríamos ni cuando estaba arriba.

Un alivio

Pero sí, querido sevillista, la verdad es que me alegra bastante que tu Sevilla esté fuerte y juegue bien a fútbol, a ver si por una vez podemos disfrutar allí de un buen partido, al menos de un partido pero de fútbol, sin trampas ni marrullerías. Esta vez no pita Iturralde ni Clos ni Álvarez Izquierdo, es un alivio, lo hará un árbitro esloveno al que deseo suerte, que Santa Lucía le conserve sana la vista y sobre todo que no sea muy aficionado al teatro. Si ha de expulsar a algún jugador del Valencia, más que nada porque ultimamente es algo que por allí suele ocurrir bastante a menudo, que sea porque lo merece, y no por manos que no existen, desmayos ni agresiones fingidas. Ahí es donde ha de demostrar la UEFA que de verdad apuesta por el fair play, y en caso de duda recordar que al Valencia todavía le deben una en Europa desde aquel penalti a Zigic en el Calderón, como bien recordará Unai porque fue una de tantas eliminatorias importantes que con el Valencia perdió. Pero eso es pasado, juguemos esta semifinal, son dos aficiones que saben lo que es ganar y quieren volver a ganar. Si el Sevilla llega mejor es una referencia, pero solo una, en Turín no estará el que lleva una trayectoria mejor, sino el mejor en estos dos partidos. Y eso está por ver.