La selección española de balonmano pondrá a prueba su condición de aspirante ante el rival más cualificado posible, la temible Francia, la vigente campeona olímpica, mundial y continental, en un duelo que determinará las auténticas posibilidades de España en un Europeo en el que sólo le vale el oro. Y es que los de Valero Rivera han viajado a Serbia con un único objetivo, lograr la clasificación olímpica, algo que únicamente tendría garantizado de proclamarse campeón, o bien si llegase a la gran final, siempre que el rival fuese, como ocurrirá hoy (18:15 horas, Teledeporte) en su estreno, Francia.

Un duelo en el que España se aferra a los últimos precedentes, para tratar de volver a sorprender al todopoderoso conjunto galo, que ha encontrado en España uno de los pocos rivales capaces de entorpecer su camino hacia la leyenda, tal y como confirman los tres empates con los que se han saldado los tres últimos enfrentamientos entre ambos equipos, todo un «éxito», como señala el seleccionador español, cuando enfrente se encuentra el «campeón de todo». Pero el ambicioso conjunto español no se contenta ya con más empates, máxime cuando un tropiezo ante los de Claude Onesta dejaría a la selección sin margen de error en una durísima primera fase en la que se medirá a Francia, Hungría y Rusia.

El Europeo arrancó ayer con cuatro partidos: Polonia - Serbia (18-22), Dinamarca - Eslovaquia (30-25), del grupo A; y Alemania - Rep. Checa (24-27) y Suecia - Macedonia (26-26) del grupo B.