El que fuera número uno del mundo del golf, el estadounidense Tiger Woods, continúa su caída a los infiernos. Después del escándalo sexual que le obligó a apartarse del deporte, ahora estaba intentando regresar a la competición, pero los problemas de espalda no le dejaban recuperar su mejor nivel. Sin embargo, un nuevo problema extradeportivo puede cavar su fosa definitiva.

Según ha publicado WPTV, Tiger Woods fue detenido en la madrugada del domingo al lunes por conducir bajo los efectos del alcohol. El golfista fue arrestado en la isla de Jupiter, en Florida, donde tiene su residencia, sobre las tres de la madrugada, y ha sido puesto en libertad este lunes a las 10:50.

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