El nadador norteamericano Ryan Lochte, seis veces campeón olímpico, vivió una época oscura nada más terminar los Juegos Olímpicos de Rio 2016. Lochte protagonizó un incidente que dio la vuelta al mundo al acabar su participación en la cita olímpica, al denunciar que había sido robado a punta de pistola en una gasolinera, para luego confirmarse que fue él quien provocó destrozos y a punto estuvo de ser detenido.

En medio de esta tormenta, Lochte pensó en suicidarse, o eso es al menos lo que insinuó en una entrevista en la ESPN. "Después de Rio, probablemente era la persona más odiada en el mundo. Hubo un par de veces en las que estaba llorando, pensando que si me iba a la cama y no despertaba, estaría bien. Estaba a punto de tirar la toalla en mi vida", aseguró Lochte en la ESPN, palabras que ahora ha querido matizar.

"Para ser claros, estuve en un sitio muy oscuro después de Rio, pero nunca pensé en quitarme la vida", ha confesado Lochte a TMZ.

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