Final para el recuerdo el vivido en las instalaciones del Pabellón de El Cabanyal. Cuando parecía todo perdido, el Levante UD FS sacó la casta de equipo con orgullo y carácter para acabar remontando un 0-3 en contra en los últimos instantes del encuentro. Lógicamente, tras el pitido final estalló de júbilo en un Pabellón de El Cabanyal que volvió a ser clave en los momentos decisivos del choque.

El primer tiempo estuvo muy nivelado. Pese a las importantes bajas como las de Emilio Buendia y Cecilio, salió con confianza el equipo de David Madrid. Con mayor posesión para los visitantes, Nacho Serra estuvo muy serio en las acciones en las que tuvo que intervenir bajo palos. Sin excesivas llegadas de peligro por ambas partes, un error atrás supuso que Marinovic se plantase sólo ante el cancerbero granota y abriera el marcador. El gol de los murcianos no cambió en exceso el guión del primer acto, que se caracterizó por un ritmo lento y, por momentos, demasiado respeto entre ambos.

Tras pasar por vestuarios, subió de revoluciones el partido. Le metió una marcha más el Levante, que por momentos mereció el empate en El Cabanyal. Con ocasiones para Pizarro o Jorge Santos, perdonó el cuadro de casa, lo que aprovechó ElPozo para anotar su segundo tanto en una acción aislada. El 0-2 ponía más difícil un choque que aún complicaría más la pareja arbitral, al expulsar de forma rigurosa a Tripodi. La inferioridad provocó el tercer tanto visitante, en las botas de Andresito.

Sin embargo, cuando los de Duda saboreaban ya los 3 puntos, el fútbol sala volvió a demostrar su capacidad de sorpresa en el momento más inesperado. Se fue de cinco el Levante, que de esta forma arrinconó a los jugadores visitantes. A la primera, llegó el 1-3, al remachar Pizarro a la red. A falta de poco más de un minuto, Jorge Santos hacía el 2-3 al anotar tras buena acción personal. Con El Cabanyal al borde del infarto, Márquez ponía el 3-3 para el delirio de la parroquia local. Al final, empate de mucho mérito para un Levante que pese a las bajas supo tirar de coraje. Destacar los minutos del juvenil Gonzalo en pista.