El último gran evento deportivo del año que se mantiene ubicado en las fechas marcadas antes de la crisis provocada por el coronavirus son los Juegos Olímpicos de Tokio, cuyos organizadores se resisten a tomar una decisión definitiva.

El máximo dirigente del movimiento olímpico, Thomas Bach. Pese a no establecer una reunión oficial en la que se de a conocer una resolución, la implicación en la solicitud de posponer los JJOO a 2021 de federaciones y comités olímpicos de peso, como la estadounidense en natación y atletismo, o la francesa en natación, sumado a países como Brasil o Noruega, ha provocado que el COI se replantee esta posibilidad.

Además, a través de redes sociales se ha viralizado el hastag #Tokio2021, con el que deportistas de todo el mundo, incluidos numerosos miembros del Proyecto FER

El principal motivo que defienden todas las organizaciones y deportistas involucradas es que se priorice la salud de competidores y aficionados, sustentando su solicitud en el obvio empeoramiento de la pandemia de coronavirus, y la dificultad de que los deportistas mantengan su mejor nivel competitivo, ya que gran parte de los países participantes se han visto obligados a detener entrenamientos y competiciones oficiales.

La implicación de federaciones que han dominado sus disciplinas deportivas los últimos años y que poseen mucho peso a nivel olímpico, como la de atletismo de Estados Unidos, o la de natación de Francia, ha sido el detonante para que otras federaciones y deportistas se manifiesten en contra de que se disputen los juegos este año. A nivel nacional, destaca la presencia de la medallista olímpica Carolina Marín, que ayer afirmó que echa de menos alguna solución más o menos inmediata desde del COI, frente a la incertidumbre que rodea la fiesta del deporte mundial.