Del 20 al 22 de marzo debería haberse celebrado en Llíria el Preolímpico de BalonmanoLlíria el Preolímpico de Balonman en el que la selección española, capitaneada por la portera valenciana Silvia Navarro, se jugaba la clasificación para los Juegos de Tokio. Pero el coronavirus lo ha paralizado todo.

Estos días deberíamos estar hablando del Preolímpico de Balonmano, de la clasificación de España para Tokio, pero el pabellón Pla de l’Arc de Llíria está vacío, el Preolímpico aplazado de momento hasta junioPreolímpico aplazado, los Juegos de Tokio peligran y Silvia Navarro, como el resto de españoles, está confinada en su casa de Las Palmas. ¿Cómo lleva el aislamiento?

—Lo llevo mal, no estoy acostumbrada a estar en casa, es complicado pero es lo que tenemos que hacer todos, tenemos que cumplir las normas y quedarnos en casa. Es importante que todos colaboremos porque está en juego nuestra salud.

—¿Qué hace para evitar perder la forma física estos días?

—Tengo la suerte de que por lo menos tengo una pequeña terraza en casa y ahí hago ejercicio todos los días, no paro. Es imprescindible, dentro de lo que podamos que sigamos moviéndonos y haciendo ejercicio, si no, cuando podamos retomar la actividad normal, lo acusaremos. Todos, tanto deportistas como cualquier ciudadano, tenemos que mantenernos activos en casa.

—¿Le han marcado unas pautas en su club para seguir mientras dure el Estado de Alarma?

—Tanto en mi club, el Rocasa, como en la selección española nos han dado una pautas de entrenamiento en casa para que podamos seguirlas mientras dure el confinamiento forzoso.

—Supongo que el Preolímpico era uno de los torneos más esperados por usted esta temporada. Se jugaba en casa, en València y en juego estaba la posibilidad de poder acudir de nuevo con España a unos Juegos Olímpicos. ¿Qué sintió cuando se aplazó?

—Ha sido una noticia my triste, nunca imaginé que todo iba a llegar a esta situación. Lo hemos llevado m al toda la selección. Pero sobre todo, por lo que está pasando en todo el país, por la situación de emergencia sanitaria en la que nos encontramos. Eso realmente es lo más importante, el deporte queda en un segundo plano.

—Dada la situación, aunque triste, lo más lógico era aplazar el Preolímpico ¿qué opina al respecto?

—Sí, hasta el último momento se intentó que se jugase, era algo que sorprendía porque la verdad es que ya todos los deportes se estaban suspendiendo, todas las competiciones... el fútbol, el baloncesto... La Federación Internacional intentó mantener el Preolímpico de Llíria, pero al final no hubo más remedio que ser consecuentes y aplazarlo. Era imposible jugar estando en Estado de Alarma. Ahora, lo que toca es estar en casa pero espero volver pronto a València para jugar el Preolímpico en Llíria.

—A nivel personal ¿Cómo afrontaba el Preolímpico?

—Lo afrontaba con mucha ilusión, jugar un Preolímpico en casa, sabiendo que iban a venir a verme mis padres, mis amigos... era una gran ilusión. Además, hay que recordar que València es la cuna del balonmano femenino. En los últimos tiempos se ha perdido casi todo ese potencial, pero València sigue siendo un referente en la historia del balonmano femenino.

—¿Qué valoración hace de la cancelación del Preolímpico?

—Es una pena que se haya suspendido pero desde luego era lo más sensato. Lo que no tenía sentido era lo que dijeron en un principio, que se mantenía la competición pero a puerta cerrada. Jugar un torneo así sin público es muy triste, las jugadores somos las que ganamos partidos pero yo siempre digo que la afición es la que da el último empujón. No era justo ni para nosotras ni para la gente que nos sigue durante todo el año.

—¿Estaba con el resto de sus compañeras de selección cuando el presidente de la Federación Paco Blázquez les comunicó que no se jugaba, que volviesen a casa?

—No estaba porque me iba a incorporar más adelante a la concentración. Días antes, me habían tenido que poner puntos en la frente y no podía entrenar aún. Pero por lo que he visto y me han contado mis compañeras, fue un momento triste.

—Con toda la competición nacional e internacional paralizada ¿cómo ve lo que resta de temporada? ¿cree que se podrá recuperar el tiempo perdido?

—Esperemos que podamos vencer a esta pandemia lo antes posible. Luego, quedará un camino duro porque tendremos que disputar el Preolímpico, también está la clasificación para el Europeo, la Copa de la Reina, que se iba a celebrar en abril y también se ha cancelado, el final de la Liga.... la verdad, veo muy complicado encontrar fechas para todo. Esto ha trastocado todo por que además, la federación había reservado prácticamente el mes de marzo para la selección. Sólo hubo competición la primera semana, luego ya nos concentramos la selección con vistas al Preolímpico que desgraciadamente no se ha podido jugar. Ahora vamos a tener que jugar el Preolímpico en junio pero en mayo también tenemos partidos de clasificación para el Europeo.

—¿Cómo están las cosas en Canarias? ¿Mejor que en la Península?

—Aquí, en las Islas por el clima que tenemos, más cálido, no se ha desarrollado tanto, pero aún así estamos siguiendo estrictamente las medidas sanitarias marcadas por el gobierno. Estoy en continuo contacto con mis compañeras de equipo, de selección, hacemos constantes videollamadas y seguimos muy de cerca la evolución de esta pandemia. Todas están muy preocupadas con la situación.

—El Preolímpico de Llíria iba a empezar el día 20, justo cuando usted cumplió 41 años. Supongo que le hubiera gustado celebrarlo jugando con España en Llíria.

—Sí, fue mi cumpleaños pero la verdad es que me lo tomé como un día más. La verdad es que lo único bueno es que ha sido el cumpleaños más familiar de los últimos años ya que prácticamente todos los años desde hace mucho me ha tocado celebrarlo fuera, en alguna competición con la selección.

—41 años y todavía en la élite del balonmano. Tokio supongo que lo afronta como sus últimos Juegos Olímpicos.

—Soy consciente de que acabo de cumplir 41 años y de que Tokio lo normal es que sean mis últimos Juegos Olímpicos por eso confío en que finalmente se puedan celebrar. Para colgar las zapatillas, aún no he puesto fecha definitiva pero tal vez sería un buen momento después del Mundial de 2021.

—Usted y el resto de las Guerreras, como se conoce a la selección española femenina de balonmano lograba hace tans sólo unos meses la medalla de plata en el Mundial de Balonmano ¿No es suficiente para tener ya plaza en Tokio?

—No, la verdad es que la clasificación olímpica está muy cara. Sólo tiene plaza directa la campeona e Europa y la campeona del Mundo. Cuando fuimos a Río 2016 nos clasificamos directamente porque habíamos jugado la final del Europeo contra Noruega, quedamos subcampeonas pero después Noruega ganó el Mundial al año siguiente, entonces se corrió un puesto y España entró en los Juegos como subcampeona de Europa.

—Aunque tendrán aún tiempo para seguir estudiando a sus rivales en el Preeuropeo que esperemos que se celebre finalmente en junio en Llíria ¿qué análisis hace de ellos?

—Suecia es una selección muy correosa, nos ha puesto en muchos apuros las últimas veces que nos hemos enfrentado a ellas. Senegal tiene un equipo muy fuerte, muy físico y con Argentina no nos podemos descuidar, es una selección que cada año da un paso más.

—Formar parte del Proyecto FER en estos momentos ¿supone un apoyo para usted, a todos los niveles: una mayor seguridad económica, saber que no está sola?

—Sí, estamos todos unidos en esto, es una situación triste pero entre todos nos apoyamos. Se ha tenido que suspender la presentación, es una pena, pero ahora tenemos que ser más fuertes que nunca.