Ocho meses después, la selección española femenina de hockey hierba vuelve a reunirse. Durante la próxima semana, desde el lunes 26 de octubre hasta el domingo 1 de noviembre, las redsticks van a estar concentradas en Gijón. En total, 33 jugadoras convocadas.

Y entre ellas, la valenciana Lola Riera, del Proyecto FER y una de las piezas básicas del combinado nacional. Desde su debut con la selección absoluta en 2011, Lola ha sido internacional en 184 ocasiones. Más a largo plazo, sueña con ser una de las 16 elegidas para disputar los Juegos de Tokio y repetir la experiencia vivida en Río. En medio de un complicado presente y ante un incierto futuro, la valenciana no oculta las ganas de volver a concentrarse.

«Teníamos muchas ganas. No estábamos todas reunidas en torno a la selección desde principios de marzo en Santander, justo antes de que se declarara el estado de alarma. De hecho, a los pocos días, íbamos a enlazar otra concentración en Gijón. En diciembre, después de que se celebre la Copa del Rey y de la Reina en Valencia, y a principios de enero, tenemos otras actividades programadas. Pero, con la actual coyuntura, está todo en el aire».

El paréntesis obligado por la pandemia ha cortado la progresión del grupo dirigido por Adrian Lock, que busca recuperar las sensaciones desde la semana que viene: «No queda otra salida que aceptar esta realidad y adaptarnos. Desde luego, los dos éxitos consecutivos en los dos últimos grandes eventos internacionales (bronce en el Mundial de Londres de 2018, bronce en el Europeo de Bruselas de 2019) nos habían concedido una inercia muy positiva y una gran confianza. Lo bueno que tiene esta selección es que todas llevamos inoculados valores como el esfuerzo y el afán de superación desde muy jóvenes. Ese ADN nos va a venir muy bien para afrontar esta coyuntura tan complicada. Y en el fondo, tenemos el gran estímulo de llegar a los Juegos de Tokio en las mejores condiciones posibles».

Sobre los JJOO de Tokio, «nadie sabe lo que va a pasar, pero parece que empieza a tomar cuerpo la opción de unos Juegos con muchas restricciones, con poco público, con unos severos protocolos sanitarios€ Es triste, porque este evento va más allá de lo puramente deportivo y es una fiesta de la humanidad. Ahora, por desgracia, estamos para pocas fiestas. No obstante, todo son hipótesis y conjeturas. No podemos más que entrenar lo mejor que podamos y esperar...».

Unos protocolos anti COVID-19 que lleva «mejor». «En el fondo, te vas acostumbrando. Creo que se está haciendo un buen trabajo para que un lugar tan sensible como el CAR esté lo más controlado posible. Puede ser incómodo, como lo es para toda la población, pero hay que ser comprensivos y pacientes. Lo importante es que esta crisis no vuelva a agravarse».

La valenciana tiene un recuerdo para el Giner de los Ríos, que este año ha debutado en División de Honor: «Tengo muchos amigos allí y, para mí, es un orgullo que un club valenciano vuelva a la máxima categoría nacional. Están siendo competitivos y deseo y confío en que logren la permanencia».