El déficit de hierro aparece implicado en más de la mitad de los casos de anemia que registran en las mujeres. Y la falta de este componente produce efectos nocivos en la salud general de las mujeres, incluso antes de la aparición de la anemia. 

Tal y como explican desde la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), las causas más habituales que provocan la falta de hierro en las mujeres son: 

  • El sangrado menstrual abundante.
  • El sangrado uterino anormal.
  • Las pérdidas sanguíneas de origen intestinal. 

A la cabeza de las tres están las reglas abundantes, que provocan que un 30% de las mujeres en edad fértil tengan déficit de hierro. De ellas, el 70% también tiene anemia. 

Y es que no hay que olvidar que el riesgo que tienen las mujeres de sufrir anemia por déficit de hierro es diez veces superior al de los hombres.

Las dietas pobres en hierro se están convirtiendo en un factor de riesgo para desarrollar anemia de hierro en las mujeres.

El hierro en mujeres vegetarianas o veganas

En los últimos años los especialistas en ginecología y obstetricia vienen observando otro aspecto que está influyendo en los niveles de hierro de las mujeres en edad fértil, y son las dietas vegetarianas y veganas. 

Porque estas dietas, pobres en hierro, se están convirtiendo, cada vez con más frecuencia, en un factor de riesgo para el desarrollo de anemia ferropénica en las mujeres.

Y desde la SEGO advierten de que:

  • "La combinación de varios factores como puede ser la dieta pobre en hierro y las pérdidas de sangre abundantes por la menstruación determina que la anemia por déficit de hierro sea mucho más frecuente en la mujer que en el hombre".

El 42% de las embarazadas sufre anemia 

Una dieta que no aporte la cantidad de hierro suficiente también puede suponer un problema de salud durante la gestación. La OMS estima que aproximadamente el 42% de las embarazadas sufren anemia en algún momento del embarazo. Y esto es debido a que durante esta etapa la necesidad de hierro es mayor. 

"El hierro absorbido es necesario para completar las necesidades de hierro fetales y placentarias, así como para compensar la pérdida de sangre que se produce durante el parto, sin olvidar los requerimientos aumentados durante la lactancia materna", explican los ginecólogos. 

Son muchas las razones por las que es importante estar pendiente del hierro durante el embarazo, porque la anemia durante el embarazo conlleva riesgos como: 

  • Incremento de la mortalidad perinatal. 
  • Retraso del crecimiento del feto. 
  • Alteraciones en el desarrollo de la placenta. 
  • Riesgo de pérdidas fetales. 

Pero no sólo durante el embarazo. La falta de hierro puede tener consecuencias en el bebé. Tal y como subrayan desde la SEGO:

  • "Una baja ingesta materna gestacional de hierro se asocia con autismo, esquizofrenia y estructura cerebral anormal en el bebé. Los recién nacidos con deficiencia de hierro tienen una memoria de reconocimiento comprometida y una velocidad de procesamiento más lento".

El 42% de las embarazadas sufre anemia en algún momento de la gestación.

También se asocia a un riesgo tres veces mayor de bajo peso al nacer y dos veces mayor de parto pretérmino. 

Todo ello hace que durante el embarazo la mujer necesite unos suplementos adicionales de entre 800 y 1.000 mg de hierro elemental para cubrir las necesidades maternas y fetales, por lo que el aumento del consumo de hierro dietético es muy importante durante la gestación. 

Por ello, "a la vez que suplementamos, en todas las embarazadas debemos recomendar también una dieta lo más rica posible en hierro, así como medidas que favorezcan la absorción del mismo", indican los especialistas. 

¿Y qué alimentos son ricos en hierro?

Pues fundamentalmente los siguientes: 

  • Carnes rojas como ternera, cerdo y cordero.
  • Hígado y riñones.
  • Carnes blancas como pollo, pavo y perdiz. 
  • Yema de huevo.
  • Pescado azul (como sardinas, anchoas y atún fresco).
  • Pescado blanco (como lenguado o merluza).
  • Marisco de concha (almejas, berberechos, mejillones…).

Las adolescentes son especialmente susceptibles a tener bajos niveles de hierro.

Los niveles de hierro en las adolescentes

Un capítulo aparte es el hierro entre mujeres adolescentes de entre 10 y 14 años. Este grupo de población es, como afirma la SEGO, "muy susceptible de presentar carencia nutricional de hierro".

Durante la adolescencia, "existe un incremento importante de los requerimientos de nutrientes, especialmente de hierro, relacionado con una serie de factores fisiológicos (aceleración del crecimiento, cambios en la composición corporal, pérdidas menstruales) y su aporte dietético suele ser deficitario en relación con factores psicosociales (actividad deportiva, preocupación por la imagen corporal, temor a la obesidad y comidas rápidas)", explican los ginecólogos. 

Tal es así que los expertos calculan que un 12,6% de las mujeres adolescentes en España presentan una carencia nutricional de hierro. 

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Y en estas anemias ferropénicas cada vez son más importantes los factores dietéticos.

Según un estudio, hasta un 46% de los adolescentes tiene conductas alimentarias alteradas, con un incremento de las comidas rápidas típicas americanas, comidas supuestamente bajas en calorías, dietas de control de peso y vegetarianas no equilibradas.