Los antibióticos son medicamentos que se utilizan para tratar las infecciones causadas por bacterias. El primer antibiótico, y quizás el más conocido, es la penicilina, que fue descubierta por Alexander Fleming en 1928. 

La amoxicilina y la ampicilina, derivados de la penicilina, son los antimicrobianos más utilizados. 

Y ante los problemas de suministro de este medicamento en las farmacias españolas, y en plena ola de bronquiolitis, muchos padres han mostrado su preocupación por si esta situación puede producir más casos y lo peor, más graves.

Pero la realidad es que nada tienen que ver. 

Archivo - Bacterias resistentes a los antibióticos aisladas en el IRYCIS. / JERÓNIMO RODRÍGUEZ BELTRÁN - Archivo

¿Para qué sirven los antibióticos?

Los antibióticos no sirven para tratar infecciones causadas por virus. Estos fármacos solo sirven para tratar ciertas infecciones causadas por bacterias. 

Como explica la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), la amoxicilina es bactericida, lo que quiere decir que destruye los microbios, por lo que "se utiliza para tratar un gran número de infecciones como amigdalitis, otitis media aguda, sinusitis, neumonías, infecciones de orina, de piel o dentales".

Más allá de la amoxicilina, los antibióticos también son vitales para tratar infecciones como la septicemia. Una urgencia médica que se produce cuando la respuesta del organismo ante una infección provoca daños en los propios tejidos u órganos.

¿Antibióticos para tratar la gripe o un resfriado común?

La respuesta es NO.

Los antibióticos no son efectivos contra los virus que causan, por ejemplo, resfriados y catarros comunes, con síntomas tan habituales y comunes como dolor de cabeza, malestar general, mucosidad o congestión. 

Por eso, tomar antimicrobianos en este tipo de afecciones no tiene ningún tipo de beneficio. Al contrario, puede producir un aumento de la resistencia a los antibióticos.

Y tampoco sirve para tratar el dolor de garganta, salvo si está producida por estreptococos.

Y en ese caso estaríamos hablando de un tipo de bacteria (contra ellas sí valen los antibióticos)que además de dolor de garganta causa impétigo (infección en la piel), escarlatina (efecto secundario de faringitis estreptocócica, que provoca la aparición de una erupción en todo el cuerpo) y síndrome del shock tóxico.

¿Qué NO se trata con antibióticos?

Como insistir nunca está de sobra, y este es un tema en el que tener las ideas claras puede salvar vidas, contestamos a esta pregunta tal y como hacen los prestigiosos CDC americanos se puede e

Los antibióticos NO funcionan contra los virus como los que causan:

  • Resfriados y moqueos, incluso si la mucosidad es espesa, de color amarillo o verde
  • La mayoría de los dolores de garganta (excepto la infección de garganta por estreptococos)
  • Gripe
  • La mayoría de los casos de resfriados del pecho (bronquitis)

Los antibióticos TAMPOCO se necesitan para algunas infecciones bacterianas comunes, como:

  • Muchas sinusitis (infecciones de los senos paranasales)
  • Algunas infecciones de oído

Esto es porque estas enfermedades, por lo general, mejorarán por sí solas, sin antibióticos.

Tomar antibióticos cuando no se necesiten no lo ayudará, y los efectos secundarios incluso podrían hacerle daño.

Los riesgos de tomar antibióticos cuando no es necesario

La toma de antibióticos cuando no es el tratamiento correcto, además de fomentar la resistencia a este tipo de medicamentos, puede causar efectos secundarios, tales como:

  • Sarpullido.
  • Náuseas.
  • Diarrea.
  • Infecciones por hongos.

Tal y como resalta los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los efectos secundarios más graves ante el consumo de antibióticos en casos innecesarios son:

  • Reacciones alérgicas graves que hasta podrían comprometer la vida del paciente.
  • Infecciones resistentes a los antibióticos.
  • Infección por Clostridium difficile, que causa diarrea y afecciones intestinales como la colitis. El mayor factor de riesgo para padecer esta enfermedad, además de tener un sistema inmunitario debilitado, es la toma de antibióticos. Estos fármacos combaten los gérmenes dañinos que causan la infección, pero también eliminan las bacterias buenas que protegen el cuerpo contra las infecciones.

El uso inadecuado de antibióticos provoca resistencia a los tratamientos BERBÉS - Archivo

Resistencia a los antibióticos: un problema que pone en riesgo la medicina actual

El uso indebido de los antibióticos, ya sea por utilizar el medicamento equivocado, la dosis errónea, o durante más o menos tiempo del señalado por el facultativo, genera resistencia a los antimicrobianos. Así, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda:

  • Tomar antibióticos solo cuando sea prescrito por un profesional sanitario.
  • Seguir las indicaciones del médico: qué antibiótico tomar y cuánto tiempo.
  • Evitar acumular y reutilizar antibióticos sobrantes, porque contribuye a la aparición de resistencias bacterianas.

“Aunque se desarrollen nuevos medicamentos, si no se modifican los comportamientos actuales la resistencia a los antibióticos seguirá representando una grave amenaza”.

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Y es que un gran número de infecciones, como las ya comentadas neumonía, tuberculosis o septicemia, “son cada vez más difíciles y a veces imposibles de tratar” a medida que los antibióticos van perdiendo eficacia.

  • “Si no se toman medidas urgentes, el mundo está abocado a una era post-antibióticos en la que muchas infecciones comunes y lesiones menores volverán a ser potencialmente mortales”.