Incidente mortal
Fallecen dos hombres en el derrumbe del tejado de un colegio de Gijón donde quedaron atrapados varios obreros
"Estábamos en la cama y de pronto escuchamos un ruido como un camión de vidrio, y miramos por la ventana y vimos cómo se desploma todo, gritos, mucha gente asomándose", cuenta un vecino
M.C.
Fatal noticia en Gijón. Dos hombres que responde a las iniciales A. V. D. y D. V. han fallecido en el derrumbe en el colegio San Vicente de Paul, en el cruce entre las calles Ezcurdia y Caridad. En concreto, se vino abajo parte del forjado de la terraza que hay en la azotea. En el edificio trabajan cuatro operarios en la reparación de la escayola cuando se cayó el techo de dos aulas. Dos de los trabajadores han resultado heridos leves y los otros dos han fallecido. "No sabemos qué pasó. Era una obra de nada. Llevábamos ya una semana", afirma uno de los obreros que salió ileso.
"Estábamos en la cama y de pronto escuchamos un ruido como un camión de vidrio, y miramos por la ventana y vimos cómo se desploma todo, gritos, mucha gente asomándose", describe Yalia Escobar , una estudiante que vive en frente del colegio y quien llamó a emergencias. "Primero llegó la Policía, Bomberos y poco a poco más gente. Escuchábamos gritos y vimos cómo sacaban a dos personas. Una de ellas iba lanzando besos, estaba muy nervioso".
Todo el personal del parque de bomberos de Gijón se encuentra desplazado y trabajando en la zona, que ha sido acordonada. A la zona se han desplazado también equipos de la Policía Nacional y Local y servicios de emergencias y la alcaldesa de Gijón, la socialista Ana González, para interesarse por las labores de búsqueda de los dos obreros, que se ha saldado con el hallazgo de los dos cuerpos sin vida.
Ana González, alcaldesa de Gijón: "Es una desgracia"
"Un acontecimiento terrible, una desgracia", con estas palabras definía Ana González, alcaldesa de Gijón, lo sucedido hoy en el colegio San Vicente de Paul: "Se había acumulado mucho peso encima de ellos, es algo terrible. Difícil de entender que nos pasen estas desgracia. Lo primero, todo nuestro afecto para la familia, que lógicamente está destrozada, porque al final cuatro personas salen a trabajar por la mañana y les pasa esto… de verdad, están lógicamente destrozada".
La regidora también ha tenido palabras para la comunidad educativa, "muy afectada": "Aquí ha venido el director, han venido antiguas hermanas de esta congregación. Lo único que podemos decir que cuentan con todo el afecto de vecinos y vecinas. Lamentamos que haya sucedido este accidente".
Un colegio ligado a las hermanas de la Caridad
El derrumbe en el colegio San Vicente, cuyas consecuencias aún se están evaluando, toca de lleno el corazón de Gijón ya que se trata de un centro cuya historia, de más de un siglo, está íntimamente ligada al barrio de La Arena y a las hermanas de la Caridad que dieron nombre a la calle.
La Congregación de las hermanas de la Caridad regía desde el año 1830 el Hospicio de Oviedo, "y en 1890 adquirieron un inmueble en la calle Ezcurdia 74, donde venían los niños huérfanos en los meses de verano para mejorar su salud en la playa de San Lorenzo", según el relato que hace unos años, con motivo de un aniversario, hacía la exalumna Begoña González.
A aquel local pronto empezaron a acudir numerosos niños del barrio de La Arena, acuciados por la pobreza extendida en la época y las necesidades de una infancia en su mayor parte sin escolarizar, deseosos de compartir con los huérfanos juegos y aprendizaje.
Las monjas acogieron entre sus muros a todos aquellos pequeños, dando lugar al Colegio de San Vicente, que en septiembre de 1892 comenzó a impartir educación elemental un barrio urbano pero que aún en aquella época era marinero y campesino, con una buena carga de miserias.
En 1939 fue reconocido por el ministerio de Educación como Colegio de Enseñanza Media, y en 1996 se autorizó definitivamente el funcionamiento como Centro privado concertado de Educación Secundaria Obligatoria. y desde entonces no ha dejado de crecer y adaptarse a los nuevos tiempos.
El envejecimiento de la comunidad de religiosas que regían el centro y los cambios ocurridos en muchos colegios católicos se dejaron notar también en el colegio San Vicente que en 2011 dejó la gestión del centro en manos de la Fundación Católica Educere, perteneciente a Fere Ceca ( Federación de Religiosos de la Enseñanza), sin modificarse ni el espíritu ni la identidad que siempre imprimieron las religiosas.
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