El mayor asesino en serie de la historia de la Comunitat Valenciana, el castellonense Joaquín Ferrándiz Ventura (JFV), tiene acceso en los permisos penitenciarios de los que ya disfruta --son dos las salidas, de cuatro y seis días, que ha realizado-- a actividades deportivas, culturales, formativas, tiempo libre y también a atención psicológica en el marco del Programa Tomás de la Virgen que la Fundación Prolibertas lleva a cabo en Valdepeñas (Ciudad Real), localidad que se encuentra a 47 kilómetros de la cárcel de Herrera la Mancha donde cumple su condena.

Como publicara ayer en exclusiva Mediterráneo, Ferrándiz, que estranguló a cinco mujeres a mediados de los 90, ha estado tutelado en sus dos salidas recientes del centro por el párroco de prisión, quien pertenece a la Orden Trinitaria, estrechamente vinculada a la fundación.

30 reos en un año

El programa en el que está JFV ha acogido desde su puesta en marcha el pasado 2021 a una treintena de reos, además de realizar cerca de 150 visitas a los centros penitenciarios de Herrera la Mancha y Alcázar de San Juan, ambas de Ciudad Real.

Según el propio colectivo, su objetivo es promover actuaciones «que favorezcan a las personas privadas de libertad, su estabilización personal y su normalización familiar, social y laboral, logrando minimizar en lo posible el riesgo de exclusión social».

Hombres sin red de apoyo

En primer lugar, Prolibertas realiza un trabajo dentro de las prisiones con las que se colabora, ofreciendo un aval a las personas que reúnen los requisitos necesarios --caso de JFV-- y que se comprometen por trabajar para lograr una autonomía. «Se trata de varones en situación de riesgo de exclusión social, que presentan desarraigo familiar y/o social y que carecen de redes de apoyo normalizadas y/o falta de recursos económicos», señala la organización.

Tras el disfrute de sus dos primeros permisos penitenciarios --Ferrándiz no pisaba la calle desde que en 1998 fuera detenido por la Guardia Civil e ingresara en prisión preventiva, a la espera de un juicio que se celebró en el 2000 y en el que fue condenado a 69 años de cárcel-- no sería descabellado pensar que la fundación pudiera tutelar también al estrangulador de mujeres de Castellón en el caso de que decidiera solicitar el tercer grado --la semilibertad-- o cuando en julio del 2023 cumpla su condena efectiva y sea. definitivamente, un hombre libre. 

Y es que la organización vinculada a la orden religiosa de los Trinitarios también tiene la posibilidad de acoger a personas que gocen del tercer grado, de la libertad condicional o, incluso, de la definitiva. 

Un preso ejemplar

Como ya avanzara este diario ayer, Ferrándiz es considerado un «preso modelo» en Herrera la Mancha, donde desde hace años trabaja como ordenanza y vive en el módulo de Enfermería. Actualmente, su cometido es la distribución de los lotes higiénicos en el penal, siendo un interno "educado", "inteligente", "ordenado" y que "cuida enormemente de su aseo personal". 

A punto de cumplir los 60 años, lleva casi un cuarto de siglo privado de libertad. Según ha podido saber este diario, cuida de su físico y se conserva en buenas condiciones, aunque su imagen actual es una incógnita.