Prisión

A juicio un agente local de Asturias por besar, restregarse y tocar el muslo a una compañera

La mujer sufrió tal acoso que tuvo que pedir ayuda psiquiátrica

El fiscal pide cinco meses de cárcel, alejamiento y 3.000 euros de indemnización

La Audiencia Povincial.

La Audiencia Povincial.

Luis Ángel Vega

La Fiscalía pide cinco meses de cárcel para un agente local de Cangas de Onís (Asturias) acusado de acoso sexual a una compañera. La vista oral está señalada para este jueves, 30 de noviembre, en la sección tercera de la Audiencia Provincial.

La víctima fue primero agente auxiliar y luego interina del mismo cuerpo. El acusado, encontrándose de servicio y durante el desarrollo de su función, aprovechando la oportunidad que le brindaba compartir turno laboral con la mujer, guiado por un ánimo libidinoso y sin respetar la voluntad contraria de la mujer, le impuso diversas conductas, de inequívoco contenido sexual, como tocarle el muslo, restregarse, darle besos en la cabeza o sentarse encima de ella.

Según el escrito del fiscal, el 29 de mayo de 2020, entre las 1.00 y las 3.00 horas, entre el cementerio y el campo de tiro de Cangas de Onís, a bordo ambos de un vehículo policial y de patrulla, el acusado, mientras conducía, le tocó el muslo izquierdo durante unos minutos, al tiempo que le contaba aventuras íntimas que había tenido con mujeres. Una conducta que duró hasta que la mujer interpuso el brazo antes de que alcanzase la ingle. Después, el acusado aparcó en las inmediaciones del campo de tiro, ambos salieron del vehículo y, estando la mujer apoyada en el mismo, el acusado la acorraló contra él, restregándose, mientras le relataba cómo cortejaba a mujeres y lo que hacía con ellas.

En un turno de noche de finales de octubre de 2020, en la Jefatura de Policía, el acusado se le acercó por detrás mientras la agente usaba un ordenador, diciéndole: "Bueno, ya te dejo sola para que veas porno tranquila” y le dio dos besos en la cabeza.

En el turno de noche del 6 de noviembre de 2020, sobre las 1.30 horas, el acusado le dijo: “Pero cómo me pones, es que esas cejas, cómo me ponen”. Después, la agarró por detrás y la abrazó con fuerza, dándole un beso en la sien, y le pidió que le imprimiese un documento, respondiendo la mujer afirmativamente, intentando levantarse. Entonces, el acusado la soltó y le dio otro beso en el mismo lugar. Posteriormente, sobre las 5.30 horas de ese mismo turno, el acusado pidió a la agente que se sentase en una silla del comedor de la Jefatura de Policía, sentándose él encima de ella, quedando cara a cara, y le dijo: “¿Qué piensas, que quiero liarme contigo? ¿Qué crees eso?”, “Pero a ver ¿cuántos años tienes? Dime ¿cuántos? ¿Te crees que me quiero liar contigo?”. La mujer negó con la cabeza y le respondió que tenía 26 años, todo ello sin que el acusado apartarse su rostro de su confrontación con el suyo. A continuación, el acusado se levantó de sus piernas y le dijo: “Tira pa casa, anda”.

Tales conductas provocaron en la agente un profundo malestar, angustia, ansiedad y trastornos en el sueño, llegando a acudir a consulta en la unidad de salud mental, donde se le diagnosticó una reacción de ansiedad. Se le prescribió la baja médica el 23 de noviembre de 20, no constando la fecha de alta. Luego puso los hechos en conocimiento del jefe de la Policía Local y posteriormente los denunció ante la Guardia Civil.

La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de acoso sexual y solicita que se condene al acusado a 5 meses de prisión. Asimismo, prohibición de acudir al domicilio de la víctima, su lugar de trabajo o cualquier otro frecuentado por la misma, así como aproximarse a ella a menos de 200 metros y comunicar con ella por cualquier medio, todo ello por el periodo de 3 años.

En concepto de responsabilidad civil, el Ministerio Fiscal solicita que el acusado indemnice a la víctima con 3.000 euros por los daños y perjuicios morales causados, más los intereses legales correspondientes.