Ciclismo

Isola 2000, donde Induráin quiso ganar, decidirá el próximo Tour

La cumbre alpina repite final 31 años después del duelo entre el campeón navarro y Rominger en una edición que acabará en Niza en lugar de París, con inicio en Florencia, tramos de gravel, con Galibier y Tourmalet y dos contrarrelojes.

Jonas Vingegaard y Tadej Pogacar.

Jonas Vingegaard y Tadej Pogacar. / EFE

Sergi López-Egea

El Tour 2024, presentado este miércoles en París, se decidirá en la cumbre de Isola 2.000, a dos días de Niza y no de la capital francesa, donde finalizará la prueba el año que viene. Sólo en una ocasión la estación de esquí fronteriza con Italia y principal atractivo de los aficionados a los deportes invernales que viven en la Costa Azul ha acogido una llegada de la carrera. Fue en 1993 y estuvo marcada por el duelo entre Miguel Induráin Tony Rominger, que se presentaron solos en la meta donde el gran campeón navarro quería ganar su primera etapa de montaña vestido con el jersey amarillo.

Sin duda, Induráin y Rominger se habrían reído de la nueva moda ciclista, la que llama a humanizar un poco este deporte, con etapas cortas, intensas y que buscan ataques de los favoritos desde la salida, algo que, por desgracia, ocurre pocas veces. En 1993, los corredores tuvieron que afrontar 180 kilómetros, en vez de los 145 previstos el 19 de julio de 2024 en la 19ª etapa, en un Tour que visitará cuatro países (Italia, desde donde parte por primera vez la carrera, San MarinoMónaco y, lógicamente, Francia) para subir por los Apeninos, Macizo Central, Pirineos y Alpes.

En 1993, Isola 2.000 se visitó un 15 de julio en la 11ª etapa e incluyó la visita previa al Izoard antes de ascender por Vars y por La Bonette, tal como ocurrirá el próximo año. “Mi hermano quería ganar en Isola 2.000 porque nunca había logrado una etapa de montaña vestido de amarillo. Entendía que Rominger no le iba a disputar el esprint porque había vencido el día anterior en Serre Chevalier, donde Miguel no entró en la lucha por la etapa. Miró a Rominger y cuando se disponía a pasarlo para ganar de amarillo vio que Tony se colocaba en posición. Entendió que, vestido de amarillo, no debía entrar en ese juego. Aquello lo entristeció”, explicó hace años Pruden Induráin a este diario.

“El equipo hacía agua en la alta montaña por los ataques de Rominger. Traté de infiltrarme en una escapada pues el pelotón llegaba muerto por la lucha del día anterior en Serre Chevalier. Afortunadamente subimos tranquilos por el Izoard y Vars, porque, de lo contrario, no sé qué habría ocurrido. Robert Millar atacó bajando Vars, se formó un grupo y luego él y yo nos quedamos solos en La Bonette. Nos pillaron a tres kilómetros de la cima, pero pude echarle una mano a Miguel en la bajada hasta el pie de Isola 2.000, que era de lo que se trataba”, explicaba este miércoles Pedro Delgado, 30 años después de un Tour en el que acabó en novena posición en la tercera victoria de Induráin.

Galibier y Tourmalet

El recorrido del Tour 2024, ya adelantado en este diario, tendrá a Isola 2.000 como final de la etapa reina, en un trazado que marca un poco el espíritu del Giro hasta el año que viene con la iniciativa de concentrar la mayor dificultad en la tercera semana. El Tour, a diferencia de la ronda italiana, reparte algunos premios consistentes desde la cuarta jornada de competición cuando los corredores afrontarán el Galibier después de subir por Sestrière y Montgènevre, lo que eliminará de entrada cualquier opción coloreada de amarillo por parte de los velocistas.

Con tres etapas por Italia (se sale de Florencia el 1 de julio) pasando por San Marino y los Apeninos, después de visitar el Galibier y afrontar la primera contrarreloj (habrá dos con un total de 59 kilómetros) el domingo 7 de julio se disfrutará con uno de los puntos calientes de la prueba, con salida y llegada a la ciudad de Troyes. Y no vendrá por la montaña, sino por el gravel, con 32 kilómetros y 14 sectores de tierra y piedras, lo que provocará desde el principio de temporada un dolor de cabeza a técnicos y mecánicos sobre las innovaciones a la bicicleta aprovechando el gran auge de las bicis de gravel, similares a las de carretera, pero con ruedas de montaña.

Los seis magníficos

Tras pasar fugazmente por el Macizo Central llegará el turno de los Pirineos. En la 14ª etapa se sube el Tourmalet antes de acabar en Pla d’Adet y a la 15ª se asciende de salida el Peyresourde para finalizar en el Plateau de Beille.

Sólo quedarán (que ya es mucho) los Alpes para sentenciar la carrera en cuatro etapas. De lo contrario, la contrarreloj final de Niza, el 21 de julio, (la cercanía de los Juegos impide que la carrera termine en París) contempla los ascensos a La Turbie y Èze para que se dé un vuelco final a la clasificación como ocurrió en la ‘crono’ de los Campos Elíseos de 1989 cuando Greg Lemond arrebató el jersey amarillo a Laurent Fignon para desespero de la afición francesa.

Será, además, el primer Tour que reunirá a los seis magníficos del ciclismo contemporáneo: Jonas Vingegaard, Tadej Pogacar, Primoz Roglic, Remco Evenepoel, Mathieu van der Poel y Wout van Aert. Con ellos, los españoles Carlos Rodríguez, Enric Mas, Pello Bilbao y tal vez Juan Ayuso.