Primer objetivo cumplido. El Valencia Basket ha logrado cerrar el acuerdo de renovación con Bojan Dubljevic, por el cual se asegura los servicios del pívot montenegrino al menos hasta el 2023, ya que el contrato que ligará a ambas partes contempla un año opcional después de las tres próximas temporadas, según ha podido confirmar SUPER.

Con ello, y tal y como ha informado este domingo también canal de televisión Sportklub, el club taronja se asegura la piedra angular del proyecto deportivo de los próximos años, ya que además de tratarse de la gran estrella del equipo, es el capitán y gran referente dentro y fuera de la pista, después de que llegara a València en 2012.

Los contactos entre ambas partes, tal y como avanzó SUPER el 11 de febrero, empezaron antes de la disputa de la Copa del Rey, aunque se dieron un margen para continuar negociando después de la cita de Málaga y un mes después se ha logrado llegar a un acuerdo a falta de la firma, por lo que el club podría hacerlo oficial en las próximas horas. El capitán llegó a Valencia en el verano de 2012 procedente del Buducnost, renovó en 2015 por tres temporadas más y en 2018 se le amplió su vinculación con el club taronja hasta 2020, siendo el jugador franquicia de la entidad.

La prioridad del jugador siempre ha sido la de seguir en València a pesar de las importantes ofertas que ha tenido de otros grandes clubes europeos y el club taronja no ha querido dejar escapar a su buque insignia, aunque de nuevo haya tenido que hacer un importante esfuerzo económico al tratarse del jugador que ya tenía el contrato más alto de la plantilla, de alrededor de 800.000 euros netos.

El capitán siempre ha mantenido que le gustaría retirarse en el Valencia Basket, un club en el que recientemente hizo historia al igualar los partidos de Nacho Rodilla con la camiseta taronja, solo por detrás ya de Víctor Luengo y de Rafa Martínez.

Una leyenda que ha ganado dos Eurocup, una Liga Endesa y una Supercopa con el Valencia Basket y que va camino de superar todos los récords del club hasta ver colgada también su camiseta en el pabellón junto a las de Luengo, Rodilla y su excompañero Rafa Martínez, el siguiente en hacerlo cuando cuelgue las botas en el Bilbao Basket.

Esta temporada, promedia 14,2 puntos en la Euroliga, con 6,5 rebotes por partido, 1,7 asistencias y 18 de valoración, mientras que en la Liga Endesa promedia 11,2 puntos, 6,3 rebotes, 1,8 asistencias y 14,9 de valoración.

A sus 28 años, además, el montenegrino tiene aún años por delante de máximo rendimiento, en los que ha querido vincularse al Valencia Basket sa pesar de no tener la garantía de que el equipo pueda seguir jugando la Euroliga la próxima temporada, algo que suele condionar mucho la confección de la plantilla de cada año, con jugadores a los que solo se puede acceder con el aval de jugar la Euroliga. Y es que con el acceso cerrado vía Liga Endesa y salvo que acaben otorgándole una licencia fija, la única opción para el Valencia Basket de volver a asegurarse su presencia en la máxima competición europea pasa por entrar en el Top 8 de la Euroliga, algo que se la complicado en las últimas semanas tras las últimas derrotas en la competición, en la que ahora mismo son décimos, a una sola victoria del Fenerbahce y del Khimki.