El futuro de la Euroliga se decide en las próximas horas. La reunión de este sábado de Jordi Bertomeu con representantes de cada una de las plantillas (entre ellos Bojan Dubljevic) es solo el aperitivo del que será el gran día. El lunes 25 de mayo a las 11:00 se empezará a decidir si regresa la competición o no esta temporada y por la tarde se anunciará en una rueda de prensa que comenzará a las 16:30.

Eso sí, el Valencia Basket, como tantos otros clubes, no tendrá ni voz ni voto en esta reunión, ya que solo los 11 clubes con licencia A y accionistas de la competición serán los que decidan junto a Bartomeu el final de esta temporada.

Con la plaza de Euroliga de la siguiente campaña ya asegurada para todos ellos, los problemas que tienen muchos por la pérdida de algunos de sus jugadores estadounidenses que se fueron a su país por el coronavirus y las complicaciones para afrontar una competición en plena pandemia y que implica a muchos de los países de Europa, cada vez parece más probable que no se vuelva a jugar, aunque en caso de hacerlo, ya hay un protocolo previsto por la Euroliga y las fechas serían del 4 al 26 de julio, en una sede aún por decidir y a puerta cerrada.

En caso de reanudarse la temporada, el Valencia Basket tendría seis jornadas para intentar ganarse en la pista su plaza para la próxima temporada en la Euroliga. Actualmente es décimo y está a solo una victoria del octavo, posición que le daría el billete para repetir en la máxima competición europea.

Pero en el caso de que se suspendiera la competición, el escenario más probable favorecería también al Valencia Basket. A los 11 clubes con licencia A (Real Madrid, FC Barcelona, Baskonia, Panathinaikos, Olympiacos, Fenerbahçe, Anadolu Efes, CSKA Moscú, Maccabi Tel Aviv, Zalgiris y Armani Milan) se les unirían el Bayern de Munich y el Asvel Villeurbanne gracias a la ainvitación por dos temporadas que recibieron el pasado año.

Con una competición de 18 equipos, serían cinco plazas que quedarían libres y mucho se tendrían que torcer las cosas para que una de ellas no fuera para el Valencia Basket. Si la temporada no acaba, difícilmente tendrá validez para esta decisión la clasificación actual, en la que los taronja son décimos.

El caso más probable sería el de repetir un año más con los mismos clubes que han jugado esta temporada la Euroliga. Pero incluso en el caso de que no se decidiera así, el Valencia Basket parte en una posición privilegiada para ser uno de los elegidos.

La presencia del Zenit es más que probable. El club es propiedad de Gazprom y apunta a principal patrocinador de la Euroliga. Quedarían cuatro plazas, dos de las cuales se reservan en principio para los finalistas de la Eurocup. En caso de suspender la Euroliga lo haría también la segunda competición europea, por lo que ningún club podría reclamar su billete para la Euroliga al no haber campeón ni finalista.

El Valencia Basket y el Alba Berlín, como finalistas del año pasado y al no haber podido defender su plaza hasta el final, serían los que tendrían más opciones de cubrir estas dos plazas, mientras que el Estrella Roja o el Partizán de la Liga Adriática y el Khimki, como mejor clasificado de la actual Euroliga de entre los que no tienen plaza fija, completarían el grupo de 18 equipos.

Eso sí, sobre la mesa hay presiones también para una invitación para el Virtus de Bolonia, aunque con menos argumentos deportivos para exigir su entrada en lugar de algunos de los anteriores clubes.

El proyecto ambicioso y estable del Valencia Basket y el nuevo Valencia Arena (que debe estar terminado en 2023) son también dos aspectos que en la Euroliga no olvidan y que juegan también a favor de los taronja.