Málaga celebra con las aficiones la gran fiesta de la Copa del Rey

El baloncesto es un deporte que pocos pueden entender. A veces -más de las que debería- no tiene el reconocimiento mediático con el que otros sí cuentan. Sin embargo, deja imágenes y momentos que otros muchos desearían, y lo vivida este sábado en Málaga con representantes de prácticamente los 18 equipos de la Liga Endesa, desde cualquier parte de España, es una de ellos. 

Como previa a las semifinales, la Copa del Rey protagonizó su gran acontecimiento lejos de las pistas de baloncesto: el encuentro de las aficiones. Desde algunos minutos antes de las 12.00 horas, la plaza de la Marina acogió a miles de personas. De hecho, el centro ya se tiñó de multicolor en un desayuno organizado por la ACB en el que se repartieron 1.000 palmeritas de Casa Kiki.

Mucho baloncesto y música

A partir de ahí, todo fue una fiesta con gente de cualquier punto geográfico. La presencia de los ocho equipos clasificados era más que evidente, pero aficiones como las del Baskonia o la del Joventut, imprescindibles y a las que el Carpena ha echado en falta en la edición de Málaga, no dejaron pasar la oportunidad de estar. Es más, la vitoriana ya hizo acto de presencia el viernes en la capital.

En una cita así fue imprescindible la música. Los Mihitas, como grandes anfitriones, presidieron la celebración poniendo el nivel muy alto. Sonó el himno del Unicaja -cada vez más universal-, el 'Bella Ciao' y todas las canciones con las que reinan el Carpena. Pasados unos minutos, con un sol espectacular, lideraron la marcha por calle Larios hasta llegar a la plaza de la Constitución, donde estaba la Fan Zone de Movistar, para acabar con una fiesta espectacular.

Allí, junto a la charanga del Valencia, se turnaron para protagonizar los grandes momentos de la Copa. Murcia, Manresa, Gran Canaria o los propios clasificados a las semifinales, mezclados entre todos haciendo grande el baloncesto, con cánticos hacia todos ellos o hacia los que no estaban.

Afición del Unicaja

A pesar de la desilusión copera con la que se cerraron los cuartos de final y las aspiraciones del Unicaja en 'su' Copa, la 'marea verde' tuvo un papel fundamental este sábado. Jugando en casa y en una mañana radiante, fue el alma la fiesta en muchas ocasiones con varios miles de personas que le pusieron a las calles de la ciudad el color verde y morado. No hubo suerte en la pista, pero demostraron ser un ejemplo enorme en el mundo del deporte.