El Levante ha anunciado que el precio de las localidades en la grada visitante para el partido de vuelta de cuartos de final de la Copa del Rey en el Ciutat de València será de 30 euros. Es una cantidad que dobla la establecida por el Valencia CF para los seguidores levantinistas en el primer encuentro en Mestalla disputado el pasado jueves, que era de 15 euros.

Tras la decisión del club granota de fijar una cantidad tan elevada para las localidades, las reacciones han sido inmediatas. Los aficionados de Curva Nord, que forman las peñas Gol Gran y Yomus, ya anunciaron durante esta semana en SUPER que no acudirían al feudo levantinista si el precio era superior a los 20 euros y lo van a cumplir. Así lo comunicaron ayer a través de su Twitter. Seguramente serán muchos seguidores blanquinegros que opten por hacer lo mismo.

Si el resultado de la ida ya había restado interés a ese partido de vuelta —el 4-1 de Mestalla comvierte al Valencia en claro favorito para estar en las semifinales— esos 30 euros no van a ayudar tampoco a que esa noche haya un auténtico ambiente de derbi en Orriols. Es una cantidad que, además, supera el precio de 25 euros que ambos clubes tienen establecido para los partidos de Liga en los que se enfrentan esta temporada. El partido, por cierto, se juega el próximo jueves a las 21:30.

No es la primera vez

Sin llegar a los 50 que fijó el Villarreal para el partido de rivalidad regional disputado hace algunas semanas en El Magrigal, los 30 euros del Levante harán seguramente que una vez más la afición valencianista se retraiga y no acuda a un partido de estas características. El precedente se vivió el pasado 8 de enero en el partido de Liga frente al Villarreal. El club castellonense no estuvo por la labor de llegar a un acuerdo de reciprocidad con el Valencia y fijó el precio en 50 euros para poder ver el partido en la grada visitante de El Madrigal, más conocida como ´La jaula´. Con ello no hizo más que provocar el enfado del Valencia CF y de la Agrupación de Peñas, y por supuesto que al final la gran mayoría de aficionados valencianistas se quedaran en casa y optaran por no hacer los apenas setenta kilómetros que separan Valencia de Vila-Real.