18 de febrero de 1999. Barcelona- Valencia. Cuartos de final de Copa del Rey. Adrian Ilie bota un córner y Gaizka Mendieta la pone en la escuadra con una volea antológica. Es un golazo para la historia. También una inspiración para muchos niños que soñaban con jugar algún día en Primera y emular al valencianista. Albert Dalmau tenía siete años. Manu Molina tenía ocho. Los dos, uno en Sils y otro en Huelva, lo vieron por la televisión de su casa. Eran dos de aquellos niños. «El gol de Mendieta era el que todos los niños soñábamos con marcar». El domingo se sintieron Mendieta con un golazo de córner en Reus. Era el minuto 62. Manu la puso desde la esquina, Albert remató en la frontal y el filial ganó 0-1. Ayer lo recrearon con SUPER y descubrieron algunos de los secretos de la jugada.

«Es una jugada de Paco López. La habíamos ensayados antes en los entrenamientos. Tenemos jugadas ensayadas y según defiendan ellos, en zona o mixta, elegimos unas jugadas u otras. Habíamos probado en dos partidos, pero al final a la tercera ha ido la vencida», dice Albert. Manu recuerda los dos intentos fallidos. «La primera nos salió regular contra el Alcoyano, se nos fue arriba de la portería. La segunda dio en el palo contra el Atlético Baleares y la tercera fue dentro. Todo el equipo tiene estrategia de cabeza y nosotros tenemos esa, y nos hemos quedado en los entrenamientos a solas ensayándola. Ojalá salga otra vez y Dalmau pueda marcar otro golazo como el de Reus». Una simple mirada sirvió para darse cuenta que era el momento. «No hace falta que hablemos, depende de los movimientos que hagamos, nosotros ya lo sabemos. ¡Tampoco podemos hablar mucho porque si no se van a enterar los rivales!». Lo que sí sabía Albert es que el balón iba dentro una vez le pegó. «Vi que venía la pelota, hacía mucho aire, así que la dejé botar y cuando la toqué ya sabía que la pelota iba dentro. Es de estos tiros que cuando le pegas ya te da buenas sensaciones. A veces te pones nervioso porque te ves a todos los jugadores de frente, pero tuve calma para poner bien el cuerpo y meterla», decía el catalán. La celebración y las bromas de sus compañeros no cesaron. «¡Me decían que el gol era bonito, pero que ya era hora! Se pusieron muy contentos en el vestuario. El míster nos felicitó, también es suyo. Del que hace la estrategia, de los que hacen los movimientos de bloqueo, del golpeo y de la finalización. Todos fuimos importantes». Manu cree que será difícil repetirlo, aunque le gustaría para que los disfrutaran en Paterna. «Los equipos habrán visto los vídeos, como hacemos nosotros, pero en el campo a veces te olvidas y cuando podamos lo repetiremos para que la vea la gente de casa». Los dos lo intentarán, aunque lo que de verdad quieren es salvarse y conseguir el objetivo. Como también hacía Gaizka Mendieta.