Consumada la reacción en Cornellà, en la mañana del lunes los principales focos de atención del Valencia se centraban en el parte de guerra del partido ante el Espanyol. Concretamente en Enzo Pérez y en Paco Alcácer. El argentino recibió un golpe y se quedó en el vestuario tras el descanso. A primera vista, el tema no revestía mayor gravedad. Todas las alarmas se encendieron con el delantero de Torrent, que en el transcurso de una jugada frenó en seco, se sentó sobre el césped y se llevó la mano a la rodilla con cara de preocupación. La mueca se extendió inmediatamente al banquillo y al común de la afición. Paco pedía el cambio y se incrementaba la tensión... Tras las pruebas médicas realizadas en la matinal del lunes, todo ha quedado en un susto. No tiene nada grave, de hecho no está descartado al cien por cien para el partido de este mismo domingo ante el Getafe -todavía hay que ver cómo evoluciona del dolor- pero incluso el propio futbolista ve complicada su presencia a día de hoy.

Los exámenes médicos confirmaban ayer las sospechas de los doctores en la tarde-noche del domingo tras el partido en Cornellà. Alcácer solo sufre un golpe -concretamente un traumatismo femoro-patelar- con distensión del ligamento cruzado posterior de la rodilla derecha. Un percance para el que los servicios médicos del club han estimado un periodo entre una y dos semanas de baja, si bien se trata de un plazo orientativo con tal de asegurar la recuperación del delantero y no pillarse los dedos que siempre podría acortarse algunos días en función de cuáles sean sus sensaciones y de cómo vaya progresando en los próximos días. Alcácer fue el primero en llegar a la Ciudad Deportiva de Paterna -en torno a las once de la mañana- y media hora después abandonaba las instalaciones junto al doctor Luis Silvestre, que lo acompañó al centro de rehabilitación de Levante, donde se le realizaron todas las pruebas pertinentes. Afortunadamente, todo quedaba en un susto.

Su rodilla marca los tiempos

Una hora después de llegar al centro médico, el delantero valencianista salía por la puerta con la tranquilidad de que su percance no revestía mayor gravedad. Estaba todo en orden. En tan solo cuestión de días estará listo para volver a competir al máximo por un puesto en el once titular y hacer lo que mejor se le da, perforar porterías y echarse el equipo a la espalda. A su salida, el delantero tropezó con una seguidora valencianista que le pidió una fotografía y esbozó su mejor sonrisa. Su cabeza no puede estar más tranquila, una vez descartada una lesión de gravedad ahora lo importante es recuperarse al cien por cien. Llegar para competir al encuentro de este domingo es una meta algo difícil pero en cualquier caso será su rodilla la que marcará los tiempos en su recuperación.

El argentino es optimista

El otro futbolista pendiente de pruebas, Enzo Pérez, llegaba algo más tarde a las instalaciones de Paterna, donde se le practicó una pequeña resonancia. Y es que lo suyo únicamente es un simple golpe en la parte posterior de la pierna, un pocoi más arriba de la zona del tendón de Aquiles, y en la jornada de ayer ya comenzó el tratamiento de recuperación con los doctores y los fisios del club. El mismo futbolista es optimista respecto a su vuelta a los terrenos de juego y en principio no tendría ningún tipo de problema para entrar en lista de convocados ante el Getafe. Todavía es pronto y los doctores tienen previsto evaluar sus progresos día a día.

Enzo y Alcácer no fueron los únicos hombres de la plantilla que acudieron a las instalaciones de Paterna. Pablo Piatti o Dani Parejo aprovecharon el día libre para realizar trabajo regenerativo con los fisioterapeutas, mientras que Otamendi y Rúben Vezo, que no disputaron ni un solo minuto, trabajaron con normalidad en el gimnasio ya con la mirada puesta en el partido de este domingo. Este martes está previsto que se reincorpore el resto de futbolisltas de la plantilla a la dinámica de trabajo habitual.