Las manos blancas invadieron Mestalla en señal de protesta. Los clamorosos fallos arbitrales sufridos por el Valencia en San Mamés, la denuncia sobre las palabras de Nuno y Amadeo Salvo, así como la amenaza de censura a SUPER, fueron los detonantes de esta manifestación espontánea de los seguidores valencianistas, a los que se sumaron algunos levantinistas, en el Derbi. Manos pintadas o guantes blancos, todo era válido para mostrar el descontento de los aficionados con todo lo acontecido entorno a la polémica actuación arbitral de Teixeira Vitienes.

La iniciativa nació a través de las redes sociales horas después de finalizar el compromiso de los de Nuno en Bilbao y que respaldó Superdeporte con su portada del sábado. El Valencianismo no se rinde y lo sucedido ayer en Mestalla es una prueba más, están hartos y piden respeto. Uno de los miembros de la Curva Nord, Paco Rausell, lideró la organización de la protesta lanzando un reto, a través de Twitter, al redactor jefe de Superdeporte, Carlos Bosch. Rausell lanzó un tuit diciendo que si superaba los 500 retuits, él se comprometía a llevar un bote de pintura antes de iniciarse el choque en Mestalla para que los que quisieran se pintaran las manos. Si superaba los 1.000 retuits, sería Carlos Bosch el primero en pintarse las manos. Y así fue.

Fueron muchos los valencianistas los que se dieron cita en la plaza de l’Afició para protestar de forma pacífica. No hubo incidentes. Era una simple manifestación para mostrar su repulsa por las decisiones arbitrales en contra del Valencia. El propio club ha denunciado la falta de respeto a la institución y a su afición, y estos, los seguidores también quisieron dejar claro que no están conformes y levantar la voz poniéndose los guantes blancos o pintando sus manos.

El ‘Tebas vete ya’, un clásico ya en el minuto 12, fue la forma de continuar con la protesta ya durante el encuentro. Todo iba dentro de la normalidad pero en el minuto 9 el colegiado anuló un tanto de Alcácer por fuera de juego inexistente. La decisión provocó la ira de la grada valencianista: «Hasta los huevos, estamos hasta los huevos» y «corrupción en la Federación», fueron los cánticos de los seguidores para mostrar su enfado.

Un Derbi en buena armonía

El día festivo ayudó a que el ambiente fuera muy bueno pese a ser lunes el choque. Desde bien pronto la afición se dio cita en los alrededores del estadio para recibir a los jugadores. El autobús del Levante tuvo un recibimiento algo más hostil, con pitos y gritos de «A Segunda, a Segunda», pero sin incidentes. Cánticos que se repitieron también en la gradería con los goles de Alcácer y Feghouli, aunque no a todos los seguidores del Valencia les gustaron y mostraron su discrepancia. Mestalla presentó una buena entrada para el encuentro. La grada vivió la rivalidad entre las dos aficiones pero sin incidentes.

Más allá de los 500 seguidores levantinistas que no quisieron perderse el Derbi, la afición valencianista también respondió, el partido era importante para los de Nuno, y el feudo blanquinegro vivió una bonita fiesta entre los dos equipos de la ciudad de Valencia.