Bakkali pide paso

«Espero poder ayudar y aportar este año ahora que no estoy lesionado, y si no estoy lesionado voy a trabajar a fondo para el equipo». Zakaria Bakkali destila ilusión, ambición y compromiso. El atacante belga ha salido vencedor de una larga batalla contra una pubalgia que le tuvo ´KO´ gran parte de su primera temporada en Mestalla y a día de hoy se siente en plenitud para ser una pieza importante en el tablero valencianista de Pako Ayestaran. Este lunes levantó una vez más a la grada en el debut de LaLiga con su fútbol eléctrico. Llegaba su esperada reaparición en competición oficial con el Valencia después de ocho meses en el dique seco. El técnico apostó por él a falta de 20 minutos para el final del partido y Bakkali estuvo a la altura de las expectativas. Zarandeó por la banda derecha a un Valencia falto de chispa, creatividad y recursos. El belga llevó la voz cantante en ataque, se vació y puso contra las cuerdas a la UD Las Palmas cuando el tiempo ahogaba al equipo en Mestalla con un 2-3 en contra. Situación límite.

Bakkali es un agitador. Un auténtico revulsivo que exprime al máximo cada segundo que disputa con la zamarra blanquinegra. El análisis de sus cifras en la 15/16 antes de sus molestias en el pubis refleja un resultado llamativo. Bakkali sirvió tres asistencias que valieron siete puntos para el Valencia en los 500 minutos que dispuso en Liga, la mayoría partiendo desde el banquillo. Dos victorias y un empate. En la tercera jornada asaltó El Molinón con un pase de gol a Paco Alcácer. En la sexta fecha dejó un centro espectacular desde la derecha para el testarazo inapelable de Mustafi que tumbó al Granada en Mestalla. Y en la jornada 20 clavó una asistencia perfecta al ´9´ de Torrent a falta de ocho minutos para certificar el empate en casa ante el Rayo Vallecano. Bakkali también forzó un penalti en octavos de la Copa del Rey para que Piatti endulce la eliminatoria.

Activo único en plantilla

Su punta de velocidad y un notable uno para uno genera desconcierto e incertidumbre en las defensas rivales. El belga es un genio del desborde y un jugador con características únicas en la plantilla por su capacidad para generar caos y desatascar al equipo en los momentos de verdadera zozobra. Tanto en parado como a campo abierto. Valiente, atrevido y enérgico. Bakkali tiene mucha confianza en sí mismo y sabe que el cronómetro está a cero para él después de un año para el olvido por las lesiones. «Estamos entrenando a fondo en los entrenamientos para ganar. Jugamos siempre para ganar. Este año es diferente, empezamos todo de cero, y esperamos hacer un resultado mejor que la pasada temporada», confesaba a la televisión del club. Mestalla tiene una joya de muchos quilates en la figura de Bakkali, que llegó libre del PSV como una de las grandes promesas de Europa y con un enorme margen de mejora a sus 20 años. El belga tiene clara la fórmula del éxito. «Si el equipo funciona bien será todo perfecto. Normalmente la afición siempre está detrás de nosotros, siempre intentamos hacerlo bien por ellos, también por nosotros, y cuando estamos juntos es más fácil ganar».

El físico y la toma de decisiones son dos asignaturas a mejorar para el internacional. Llenar el depósito para ganar en continuidad. Bakkali vive de una explosividad severa para sus piernas y que, en buena medida, condiciona su potencial ofensivo. En su debut esta temporada fue un paso más allá de la acción que tanto le gusta de buscar la diagonal de izquierda a derecha. Rompió a su marcador, encaró la línea de fondo y centró con peligro. Bakkali también sabe de la grandeza del Valencia y tiene que dar un paso al frente. Sin excusas. «El Valencia es un club que está siempre entre los cinco primeros y tenemos la obligación de ganar todos los partidos, sobre todo en casa».