El Valencia está casi en puestos de descenso y sus principales ejecutivos parecen hacer la guerra por su cuenta. Es la conclusión que se puede extraer de la situación que vive el club apenas quince días después de que la plana mayor se reuniera en Singapur con el propietario Peter LimPeter Lim y con la necesidad de reforzar el equipo para que salga de los puestos peligrosos de la clasificación sobre la mesa. Cabe pensar que todos lo hacen con buena intención pero la imagen que proyectan al exterior es que no van de la mano, y está por ver que, efectivamente, eso convenga el Valencia.

¿Y quiénes son los que no van de la mano? Pues la presidenta Layhoon, el director deportivo Jesús García Pitarch, el entrenador Cesare Prandelli, y los futbolistas. En definitiva, todos los que tienen que evitar que el Valencia se vaya a Segunda División, y ahí reside lo grave del asunto, porque aunque suene duro y catastrófico, el equipo de Mestalla lleva números de descenso de categoría y además no se atisba una mejoría que permita decir lo contrario sin que sea un pequeño acto de fe.

La cronología de este desencuentro arranca el día en que la presidenta Layhoon y el director deportivo García Pitarch se sentaron en la sala de prensa de Mestalla para explicar a los valencianistas las medidas tomadas por el club para salir de la crisis deportiva en que está inmerso. Ese día, Layhoon dijo cosas como esta: "Peter Lim, ha seguido muy de cerca al equipo y su rendimiento y durante la reunión transmitió un mensaje muy fuerte al entrenador y al director deportivo, en el sentido de que no acepta este nivel de resultados. Dijo que con toda claridad que con el equipo actual deberíamos estar más arriba y hacerlo mejor. Aunque Lim coincide con la dirección deportiva en la necesidad de reforzar la plantilla en invierno, también transmitió que esta no puede ser la única solución. La dirección deportiva, los jugadores, el cuerpo técnico y todos en el club tenemos que trabajar más para empezar a ganar. Lim y yo apoyamos las recomendaciones de los profesionales del área deportiva para introducir cambios y tener un equipo mejor. Exigimos al director deportivo y al entrenador una solución para subir en la clasificación".

Mensaje potente de Lim, en boca de Layhoon, al entrenador y al director deportivo, síntoma de que la presidenta se siente fuerte, no en vano, ese mismo día llegó a decir que no hace falta que Lim visite Mestalla porque "ella es Peter Lim", es decir, porque tiene toda la confianza del propietario, y hasta dijo que ella es la referente y el espejo para los jugadores y que tiene la última palabra para los fichajes. Pero una cosa son las palabras de la presidenta y otra lo que ha sucedido después. Layhoon habló el jueves 15 de diciembre, y el miércoles 21, tras dejar fuera de la Copa del Rey al Leganés, Prandelli compareció en público y al ser preguntado si Nemanja Maksimovic responde al perfil de refuerzo que necesita para este invierno, -Maksimovic es un jugador de 21 años por el que está interesado el Valencia y cuyo nombre había trascendido en la prensa de Serbia el día antes-, dijo: "Es un jugador joven muy interesante, con proyección, pero en este momento tenemos muchos jóvenes y queremos jugadores que estén listos". Al respecto conviene matizar que la operación que trata de hacer el club de Mestalla con este futbolista es a coste cero para la temporada que viene porque termina contrato con su club, el Astana, pero eso no significa que el entrenador no sacara a relucir una discrepancia interna. Es evidente que algo no encaja.

En todo esto, no deja de ser significativo que el entrenador además de estar enfadado lo manifiesta en rueda de prensa de forma vehemente, y cabría pensar que en Singapur y con Peter Lim al frente de la reunión, estas situaciones deberían haber quedado muy claras. De hecho, el director deportivo ha dicho que en la reunión con Lim "valoramos nombres, dimos opiniones, posiciones, posibilidades, hicimos cálculos, quinielas dependiendo de más dinero, con mucho dinero con nada de dinero", y la presidenta admitió en público que "hay una posibilidad de traspaso" y que no todos los fichajes serán cesiones porque hay algo de presupuesto.

Pero más allá de que el Valencia tenga presupuesto para fichar y que en Singapur se valoraran todas las posibilidades, desde poco dinero a mucho dinero, la realidad es que una vez se cierre el fichaje del italiano Simone Zaza en calidad de cedido, para que haya más fichajes tendrá que haber primero una venta, y todo apunta a Dani Parejo. Esto significa que la ´Revolución del Fuori´ será a fuego lento y al vaivén de lo que diga el mercado, por lo que se pueden cerrar los fichajes en los últimos días de enero, algo que a buen seguro disgustará a Prandelli porque en enero el Valencia disputa una eliminatoria de Copa como mínimo y cuatro partidos de Liga.

Y de por medio, como informaba este periódico el lunes, la plantilla enfadada fundamentalmente con la presidenta -también con el entrenador y el director deportivo- porque considera que ha expuesto muchas veces a los futbolistas ante la crítica. "Los jugadores saben que han decepcionado a la afición. Los que quieran estar aquí deben hacer mucho más para demostrar que están comprometidos con el club y ambicionar resultados deportivos", dijo en la ya famosa rueda de prensa. En definitiva, que en el Valencia todo el mundo cree tener razón y motivos para quejarse y no sentirse responsable, pero los únicos que no son culpables y tienen derecho a quejarse son los aficionados. Solo por ellos deberían trabajar unidos.