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LAS ETAPAS DEL MITO

Kempes, 'Matador' con los pies y las palabras

Jugador, ayudante de Héctor Núñez y un embajador que ha denunciado sin 'maquillajes' los errores de Peter Lim

Kempes, 'Matador' con los pies y las palabrasI. HERNÁNDEZ

«Mario, ¿le gustaría volver algún día al Valencia CF?». «Esa pregunta debería contestarla la gente del club. Dentro de mis posibilidades sí está porque yo siempre tengo al Valencia presente. Soy una persona que siempre se sintió valencianista», así respondió Mario Alberto Kempes el 4 de diciembre de 2011. Por entonces el ´Matador´ se encontraba en la ciudad, invitado por la entidad de Mestalla para ser homenajeado en un Valencia-Espanyol en el que antes del comienzo casi 40.000 personas corearon en pie el nombre del legendario delantero del equipo a finales de los años 70 y comienzos de los 80.

Casi dos años más tarde, ya con Amadeo Salvo en la presidencia en lugar de Manuel Llorente, Mario Kempes pasó a ser oficialmente embajador internacional del Valencia CF. El campeón del mundo en 1978 regresaba con un contrato simbólico al club donde se consagró como uno de los mejores futbolistas del planeta. Kempes comenzaba así su cuarta etapa en el club. Dos como jugador, un breve periodo en 1994 como segundo entrenador de Héctor Núñez y esta última, como representante institucional entre septiembre de 2013 y febrero de 2017. Más de tres años en los que el mito ha opinado libremente y sin maquillajes de la actualidad del equipo que, como siempre dice, lleva «en el corazón».

Tres décadas casi en el olvido

Tras un año de paréntesis en River Plate, 81/82, el ´Matador´ regresó para completar siete en el equipo de Mestalla. Durante tres décadas no existió otro vínculo con el club más que el tándem en el banquillo que Héctor Núñez formó con él en la temporada 1993/94. El curso se había torcido tras la humillante eliminación europea que sufrió el conjunto de Guus Hiddink en Karlsruhe (7-0). Núñez y Kempes recogieron el testigo de Paco Real en un clima crispado, con dimisiones constantes en la directiva, entre ellas, la de Arturo Tuzón. En marzo fue elegido presidente Paco Roig, cuya primera decisión fue destituir al exjugador uruguayo como técnico. Cinco meses después de ser cesado, Roig rescataba a Hiddink para la recta final.Años más tarde, curiosamente, Kempes fue el gran reclamo de Roig en la candidatura ´Cor i Força´ durante la compra de acciones de la familia Soler.

«Oficialmente se me ha comunicado que no soy más el Embajador del Valencia C.F...Pero mis sentimientos para este Club no cambiarán, y seguiré dando mis opiniones sobre lo que desde mi punto de vista no sea correcto», escribía Mario Kempes en su perfil de ´Twitter´. La visión crítica con el obrar del Valencia resultante de las convulsiones del verano de 2015 ha marcado buena parte de las apariciones de Kempes en las redes sociales y la prensa. Sin embargo, el argentino ha mantenido siempre un criterio fundamentado en la necesidad de primar los principios futbolísticos por encima de todo lo demás en el proyecto de Peter Lim.

En los meses previos a la llegada del inversor asiático Mario apostaba por el «trabajo de cantera» y elogiaba la reacción del Valencia de Pizzi. SUPER entrevistó al exfutbolista unas semanas después de la operación a corazón abierto a la que fue sometido en octubre de 2014. Kempes avisaba ya de que Lim «haría mucho bien al club, siempre y cuando se guíe por los que saben de fútbol» en referencia a hombres como Rufete o Ayala. Un par de meses después de la desaparición en julio de 2015 de la dirección deportiva que conformaban los dos exjugadores, y la salida de Salvo, Kempes lanzó los dardos más duros contra el modelo que había quedado y la influencia de Jorge Mendes -a ambos lados un resumen de sus frases más impactantes como embajador del Valencia-.

«Si el Valencia hace algo mal, alguien tiene que decirlo», comentaba por entonces. Una forma de pensar que no ha cambiado ni piensa hacerlo. A finales de 2015 se acordó nuevamente de Nuno. Casi en paralelo, Layhoon Chan le renovó el contrato como representante de la institución hasta diciembre de 2016. Esta temporada después de la destitución de Ayestaran respondió a los seguidores en las redes que haría de entrenador con «todas» las «ganas» siempre y cuando se lo «pidieran». El exfutbolista continuó denunciado la falta de «ideas» y «proyecto futbolístico» en el Valencia de Lim, donde recientemente dijo no querer estar como un «peluche». Finalizado el Valencia-Eibar el sábado escribió su último tuit como embajador oficial: «Estamos en presencia de un equipo perdido. No hay juego ni dirección y son pocas las ganas que se ven».

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