En la rueda de prensa posterior al empate frente al Real Betis, Marcelino radiografió a la vez el mal y el antídoto de un equipo, el Valencia CF, que en este inicio de temporada se ha descosido por el centro. Como el entrenador reconoce, «el Valencia de la temporada anterior es historia pasada». A tres días de la visita de la Juventus, no hay otro camino que el de seguir trabajando en la reconstrucción de un bloque seguro, fiable y preciso. A pesar de la posible baja de Geoffrey Kondogbia el miércoles, el técnico asturiano mira al futuro con optimismo, destacando «el compromiso, la actitud» y la reacción del equipo en la tarea defensiva a partir de la media hora del duelo con el Betis.
El trivote de la Juventus, conformado por el descansado Pjanic, Matuidi y Khedira, supondrá un desafío de máxima altura para el Valencia, que hasta la fecha ha acusado la presencia -por supuesto, la ausencia como en el derbi- de un Kondogbia sin la plenitud física del pasado curso. «Cuando no tienes el balón hay acciones que por ir hacia arriba provocan que no seamos solventes. Los rivales nos salen al pasillo central y hemos tenido dificultades». Las palabras de Marcelino evocan los momentos más duros sufridos por el equipo: Alguna acción de Griezmann en el estreno, las conexiones entre Roca, Darder y Granero en Cornellà-El Prat, la galopada con la que Morales atravesó al equipo en el derbi o las conducciones el sábado de Canales, Guardado o Lo Celso... Peligro en estado puro por la zona media.
«Nos pasó en el segundo tiempo ante el Espanyol, por momentos contra el Levante... El hecho de ir muy arriba a la presión nos puede desorganizar, por eso el estar juntos en defensa y en ataque, sin precipitaciones, nos lleva a una situación de protección. Hoy no estamos siendo eficaces robando arriba y resguardándonos estamos más protegidos. Ahora es importante conceder pocas ocasiones, insisto, que nos juntemos en defensa y ataque según la progresión del balón nos hará llegar a segundos balones, algo en lo que estamos teniendo problemas», explica el técnico.
Objetivo, recuperar más
El análisis de Marcelino se reafirma en la estadística. El Valencia está fallando en la presión, el medio ha perdido empuje para lanzar al equipo en bloque y, con menos apoyos, los jugadores ofensivos apenas desbordan. Atlético, Espanyol, Levante y Betis, todos, robaron más balones que el Valencia. Asimismo, los valencianistas se hallan entre los equipos que más regates han sufrido en el inicio de esta Liga 18/19. Una presión deficiente incide en peores resultados a la hora de recuperar balones y en una defensa puesta a prueba más veces de lo normal. A su vez, los problemas en la recuperación provocan que los ataques empiecen más lejos de la portería rival, afectando a los niveles de claridad y sorpresa atacando.
La versión mermada de Kondogbia influye negativamente en Parejo, al que se observa bastante más incómodo, especialmente, sin balón. Si bien, como recuerda el entrenador, la bajada en los rendimientos del mediocampo es una cuestión «colectiva». «Creo en lo colectivo. En el medio la responsabilidad es de todos, el grupo forma un bloque o no... Si somos ese equipo que funciona como queremos -cada vez lo somos más minutos- volveremos a ser competitivos. El balón pasa mucho por el medio. Si somos precisos, daremos velocidad al juego. Al final, estamos en un proceso de mejora. No ganar y las ganas por hacerlo nos apuran con y sin balón y nos hacen tomar excesivas decisiones individuales», dice.
El trivote, una alternativa
El Valencia está pendiente del tobillo de Kondogbia. Marcelino comentó tras el partido que el miércoles parece «complicado» que el '6' pueda jugar. Durante los 166 minutos en los que Kondogbia no ha jugado por lesión Daniel Wass ha ocupado su plaza. El danés y Carlos Soler son las dos soluciones posibles, una tercera vía sería reforzar la medular con un trivote, algo que el asturiano sólo ha hecho en su carrera contra Barça o Madrid de modo puntual. Sin embargo, la Juve podría presentarse en Mestalla con un cuarto elemento añadido a su trivote: Dybala como mediapunta.
