El Valencia Mestalla. Los blanquinegros no intimidaron apenas la meta de Marqueta en todo el partido y sufrieron un severo correctivo que les deja de nuevo en descenso a falta de muy pocas jornadas para la conclusión del campeonato. La tarde fue totalmente aciaga par los valencianistas, que no lograron imponer su fútbol durante ningún tramo de los noventa minutos. El equipo de César Lainez supo interpretar mejor las necesidades del partido y superó con creces al filial en todos los duelos individuales.

El duelo empezaría de cantarse desde muy temprano. A penas ocho minutos tardaría el cuadro de Cuenca en anotar el primer gol del partido por mediación de Pablo Aguilera tras un buen balón filtrado a la espalda de la defensa.

Tras el tanto, el equipo de Chema Sanz trataría de protegerse con la posesión del esférico, pero esta resultaría totalmente estéril. El Conquense cedía la iniciativa e intensificaba la presión en cuanto el Mestalla buscaba conectar con su doble pivote para robar y plantarse rápido en el área de Emilio. En esta línea, el conjunto local daba un nuevo zarpazo a la contienda con un gol de Aguilera de muy bella factura enviando el balón a la escuadra para culminar un rápido contragolpe. En menos de veinte minutos, el Mestalla ya caía por dos y la sensación es que el tercero podía estar al caer.

Las imprecisiones eran constantes y la mayor intensidad del Conquense en la medular le hacían llevarse prácticamente todos los balones divididos. El estado del terreno de juego , sin ser el principal motivo, tampoco ayudó demasiado a darle velocidad de circulación al cuero. El único espejismo de la primera mitad -y del partido- sería la ocasión de Jordi Escobar. El delantero catalán enviaba fuera un disparo desde el corazón del área cuando se encontraba solo y no lograba reducir la distancia en el luminoso.

Arreón insuficiente

La segunda parte no fue mucho mejor. A pesar de que el Mestalla dio un pequeño paso al frente, no culminaron con verdadero peligro.

El tiempo se consumía sin ocasiones para rascar algún punto y solamente el aplomo y la intensidad mostrada por Koba Koindredi en sus primeras decisiones podría catalogarse como positivo. Parecía que el encuentro acabaría con dos a cero, pero Oriol Rey marcaba el tercero en descuento con un disparo desde fuera del área que se colaba tras botarle delante a Emilio. Culminaba así un partido en el que el Mestalla echó en falta a los sancionados y lesionados y en el que apenas logró dañar a su rival.