13 de febrero de 2013. Juan Bernat tiene 19 años. Conoce Superdeporte desde bien pequeño. Desde alevines. A los doce debutó en nuestras páginas en una fotografía para el recuerdo con Rober Ibáñez. Cómo para no conocernos. Su familia es valencianista. Siempre fueron fieles al períódico. Juan acaba de dar el salto al primer equipo. El valencianismo tiene ganas de verlo. Casi tantas como nosotros de escribir de él. Aquel día concertamos con el visto bueno del club -entonces todo era más fácil- una sesión fotografíca con Juan en Paterna. Va a ser portada. Las fotos se harán en el Mini Estadi. Faltan pocos meses para que Amadeo Salvo lo rebautice como Antonio Puchades. Qué acierto. Juan posa en un primer plano haciendo un gesto con el dedo índice. Perfecta. Hacemos otra. Hay que aprovechar el momento. En un exceso de confianza seguramente por nuestra parte le pedimos que haga el pino. ¡El pino! ¡Sí, el pino! Puede quedar simpático. Al fin y al cabo su vida ha dado un auténtico giro.

Juan acepta. No sabe lo que se le viene encima. La fotografía de portada es la segunda, claro. Es demasiado buena como para no publicarla. La portada triunfa. Sorprende y gusta mucho a los lectores. En el vestuario no gusta tanto. Nada, mejor dicho. La situación deportiva del equipo no era la mejor. Esa mañana David Albelda está esperando al pobre Juan para cantarle las cuarenta. Y eso que lo había hecho con toda la buena intención del mundo. Toque de atención del capitán. Entre colleja y colleja alguno le recuerda a David sus fotos de joven desnudo en 'Interviu'. Al final todo se queda en risas y alguna que otra semana de cachondeo para Juan. Así es un vestuario y así es un capitán. Albelda solo quería lo mejor para el canterano.

¿Y la primera fotografia del posado a Bernat? Aquella se fue directamente al archivo del periódico. Allí estuvo más de un año sin ver la luz. Sin saber que el destino le tenía reservada una de las grandes noches de la historia reciente del Valencia. La inolvidable remontada al Basilea. 9 de abril de 2014. Superdeporte prepara una edición especial para la previa del Valencia-Basilea. Es la vuelta de los cuartos de final de la Europa League. Los de Juan Antonio Pizzi tienen que darle la vuelta al 3-0 de Suiza. Parece imposible. Nosotros creemos. El entrenador y los jugadores también. La portada es ambiciosa. Tiene mensaje. Todos juntos. "Remontamos y lo sabes", titulamos. La imagen es de todo el equipo.

Era el principio de los memes y por aquel entonces estaba de moda aquel de Julio Iglesias en el que, dijeras lo que dijeras, acababa "Y lo sabes". La portada está ya casi en rotativa. Ha entrado la madrugada. Es muy tarde. En ese momento se nos viene a la cabeza aquella foto de Juan de hacía más de un año. La del dedo. La que nunca fue portada. ¡Era el mismo gesto que el cantante! ¡Era perfecta! El director y el redactor jefe ya no están en la redacción. Pero da igual. Dan la orden desde sus casas. Al más puro estilo cuarentena. "¡Hay que cambiarla!" "¡Es la foto, es la foto!". Pocas horas después la imagen de Juan haciendo el gesto de Julio Iglesias con su dedo índice de su mano izquierda y bajo el titular "Remontamos. Y lo sabes" ya está en todos los quioscos de la Comunitat Valenciana.

Es 10 de abril. Juan ya no es aquel canterano recién llegado al primer equipo. Ha crecido como jugador y como persona. Ha ganado madurez y peso en el vestuario. Esta vez es Bernat quien nos canta las cuarenta a nosotros desde el hotel de concentración. De buena mañana. "¿Pero, qué es eso?", "¿Qué habéis hecho?", ¡Me van a decir de todo, es lo de la broma de Julio Iglesias! ¿Y si perdemos?", pregunta nervioso. Le explicamos que solo es una forma de plasmar en una portada el convencimiento del equipo y la afición en la remontada. Juan no está muy convencido. La portada corre como la pólvora en el hotel. "¡Y si no remontamos se reirán!". Bernat le estuvo dando vueltas a la cabeza todo el día. Con el paso del tiempo supimos que aquello sirvió para destensar un poco el ambiente de responsabilidad del grupo. "¡Va, que vas a tener razón!", bromean con él. Por si fuera poco le llega la portada por todas partes. Por el WhatsApp, por las redes sociales... No hubo forma de que se la quitase de la cabeza.

El partido empieza. La historia se escribe a ritmo de goles Paco mete el primero. Otro de Vargas. El segundo de Alcácer. 3-0. Llega la prórroga. El 4-0 de Paco desata la locura en Mestalla. El Valencia ha obrado el milagro. Minuto 116. En pleno éxtasis llega el quinto. Bernat redondea su partidazo con un gol. Juan explota de felicidad, casi entre lágrimas, se acuerda de su familia, de los amigos, de todo el valencianismo y por supuesto de Superdeporte. Baja corriendo al vestuario del estadio y lo primero que hace es coger el teléfono móvil. No ha pasado ni un minuto desde que abandonó el césped. Todavía con la emoción en los dedos nos escribe. "¿Y lo sabe? ¡Pues ahora ponéís '¡Que lo sabía!' ¡Yo lo sabía!, ¡Yo sabía que remontábamos!". Y así fue. Así se escribió una noche mágica de música, fiesta y pasión que ni el mismísimo Julio Iglesias hubiera firmado. Juan fue el más grande. Y lo sabes, Julio.