Los triunfos se acercan con el balón más lejos

El planteamiento de Bordalás salió a la perfección juntando líneas y dando el cuero al Villarreal. El dato de posesión fue del 27 por cien, el más bajo de toda la temporada

Foulquier persigue a Danjuma

Foulquier persigue a Danjuma / J.M. López

El Valencia se impuso al Villarreal con un partido muy serio y cargado de ‘ADN’. Los de José Bordalás pusieron fin a una racha de siete partidos sin vencer con una gran actuación a nivel táctico. La rueda de prensa anterior al partido ya dio una pista muy clara: la recuperación pasaba por no conceder ocasiones de peligro al rival y dar un paso al frente a nivel defensivo

De entrada el principal cambio fue el esquema. El combinado valencianista pasó del clásico 4-4-2 al 4-1-4-1 quitando a un delantero y reforzando el centro del campo como ya hizo contra el FC Barcelona. La idea era juntar las líneas, ser compactos, solidarios y evitar que se generasen espacios entre líneas. 

La posesión fue cedida por completo al equipo de Unai Emery (27 por cien de posesión del Valencia, el dato más bajo de toda la temporada), lo que obligaba al equipo de Bordalás a ser muy efectivo cuando recuperase el esférico Y así fue: de los siete disparos que realizó el equipo tres fueron a portería y dos acabaron en gol. 

Pero la clave principal del encuentro estuvo en el desempeño defensivo del equipo, que interpretó a la perfección la dinámica de partido que le iba a tocar vivir, ya que con datos inferiores de posesión del balón estaba obligado a igualar o superar la intensidad del rival en los duelos. En este sentido, la igualdad fue máxima con un 48 por cien de duelos ganadores para ambos equipos, aunque el Valencia fue superior en los duelos defensivos logrando un 55,56 por cien de efectividad en estas acciones. 

Por lo que respecta a las recuperaciones, el Villarreal firmó siete más (70/77), pero el Valencia recuperó el balón en zonas más adelantas y, por lo tanto, más peligrosas a la hora de armar el ataque. El dato habla por sí solo: el equipo de Bordalás firmó hasta diez recuperaciones altas, datos superiores a los de las primeras cuatro jornadas en las que el equipo estaba en una buena dinámica. 

Otro parámetro estadístico que explica muy bien el choque son los PPDA (pases que permite el equipo en cada acción defensiva), ya que mide la intensidad a la hora de bloquear el juego del rival: el promedio de pases que dio el Villarreal por cada acción defensiva fue de 11.61 y a partir del minuto 30 se redujo hasta promedios de 6.3, lo que impidió al conjunto de Emery jugar cómodo en todo el partido y obligándole a precipitarse con la pelota. Todo esto llevó al Villarreal a firmar su peor registro de efectividad en los disparos con un 12.5 por cien.

Verticalidad ofensiva

En fase de ataque el Valencia lo tuvo claro: tenía que ser muy vertical. Dio pocos pases (155) y un 46 por cien se desarrollaron hacia delante y los pases laterales se redujeron a 40 frente a los 209 que el equipo dio contra el Mallorca. El guion de partido mucho tuvo que ver también en estos parámetros, ya que el equipo de Bordalás solamente atacó posicionalmente en 12 ocasiones durante los 90 minutos, el resto de intentos fueron saliendo tras robo. 

Paso al frente a balón parado

El equipo hizo mucho hincapié en esta faceta, en la que no estaba consiguiendo hacerse fuerte. Especialmente en los saques de esquina el Valencia estuvo muy acertado firmando un total de siete acciones con una efectividad de remate del 42.86 por cien o lo que es lo mismo, remató casi la mitad de los córners que tuvo.