EL MARCAJE

El arma secreta: Calidad y potencia en el carril diestro

Thierry completó un partido sin sobresaltos en defensa y dotó al ataque de un arma más gracias a su exuberancia física y toque de balón

Thierry puso un gran centro en el primer gol del Valencia, obra de Maxi Gómez

Thierry puso un gran centro en el primer gol del Valencia, obra de Maxi Gómez / LaLiga

Rafa Jarque

Rafa Jarque

El Valencia CF empató en el RCDE Stadium ante el Espanyol en un partido en el que los de Bordalás abrieron el marcador gracias a una gran jugada combinativa entre Thierry Rendall y Carlos Soler que Maxi Gómez envió al fondo de las mallas. El luso fue, con diferencia, el mejor del partido. Creando peligro en ataque y sin sufrir en las labores defensivas. Además, demostró un partido más que es un portento físico.

Thierry Rendall jugó este sábado como carrilero derecho debido a la defensa de tres centrales por la que optó José Bordalás. El esquema empleado le dotó de mucha más libertad en ataque y no le exigió tanto en labores defensivas. De hecho, fue precisamente el apartado ofensivo lo que convirtió su partido en un notable. Thierry es un superdotado físicamente y él lo sabe. Su velocidad y potencia son más que suficientes para ganar en carrera a la mayoría de laterales de LaLiga y el gol del Valencia fue una prueba de ello. Tras una gran combinación al primer toque con Carlos Soler, Thierry ganó línea de fondo y puso un centro medido casi a la frontal del área que Maxi transformó en el primer gol.

Más allá de la acción del tanto que daba momentáneamente los tres puntos al Valencia, su partido fue muy correcto en defensa. No perdió la posición en ningún momento y el Espanyol apenas creó peligro por su costado. Interceptó un total de dos balones, completó un ‘tackle’ con éxito, cometiendo solo una falta. En cuanto a los duelos individuales, salió victorioso en seis de los diez que protagonizó con el balón sobre el césped. Por alto ganó uno de los tres que intentó.

Thierry estuvo muy cerca de redondear su buena tarde con el gol de la victoria en el tramo final del partido. Presionó incesantemente la salida de balón del Espanyol hasta que pudo abalanzarse definitivamente sobre Sergi Darder y robarle el esférico justo delante de la portería defendida por Diego López. Y fue precisamente el veterano guardameta quien le robó la gloria en el último momento, adivinando el lado de su definición y desviando el disparo.

Su aportación en ataque durante los 90 minutos fue excelsa. Encontró destinatario en 27 de los 30 pases que intentó (90 por ciento). También encontró la precisión necesaria en dos de los tres pases en largo que hizo y salió airoso del único regate que trató. Además recibió cuatro faltas en jugadas en las que se intuía peligro.